16 de octubre de 2012

FESTIVAL DE CORDOBA 2012

Si, ya hemos vuelto de las cálidas tierras sureñas, y como suele ser habitual, todo un placer compartir con aquellas gentes de bien.
La verdad es que ha sido, una vez más, una estupenda experiencia, este año más lúdica si cabe, pues el turismo se ha ceñido a dar una vuelta el Domingo por la mañana antes de empezar el viaje de vuelta. Y claro, el resto del tiempo, pues jugando, aunque menos de lo que cabría esperar por la cantidad de horas que son. ¿Y por qué? Pues porque vas acumulando conocidos y amigos, con lo que aumentan las charlas, las visitas y reuniones, y se pierde tiempo de juego. Pero oye, que sarna con gusto no pica.

Para no desvirtuar el espíritu del blog vamos a sacar alguna cosilla que no me ha gustado, o que me ha gustado menos. Y es que toda experiencia, positiva o negativa, te aporta algo, y espero que sirva, desde este punto de vista negativo, para que futuros visitantes no cometan mis errores, o al menos se atengan a ellos.
Para empezar, y lo peor de todo, fue el tema del alojamiento. Este año decidimos que, apretados por la crisis, nos iríamos al albergue de Cerro Muriano, y fue nuestro peor error. Que si, que está tirado de precio, y que poco más se puede pedir por 5 euros la noche, pero es que el problema no era del albergue, sino de la organización de entradas y salidas. Parece ser que el año pasado tuvieron alguna movida, así que este año, ZAS, en toda la boca. Las entrdas y salidas del albergue eran, sí o sí, con el responsable de éste. Eso suponía que hasta la 1:30 de la madrugada no salías de Cordoba, y media hora después llegabas al albergue. Que vale, que así aprovechas más las horas de juego, pero no tienes la posibilidad de irte a descansar antes si te has metido 4 horas de coche. Y encima, la salida igual. Como el festival abría a las 11, supusimos que saldríamos a las 10:30, lo cual llegando a las 2:00, estando 8 en cada habitación y teniendo una sola ducha por habitación, hace que te tengas que organizar en las duchas a cambio de no dormir. A esto le añadimos que por alguna razón que aún no entiendo, el sábado tuviéramos que abandonar el albergue a las 9:30, con lo que el día se nos ponía muy cuesta arriba. Si no fuera por la gente que nos encontrábamos para jugar, no había quien nos despertara.
Lo demás, pues muy bien. Sólo destacar que el espacio se les está quedando muy pequeño, y que las horas punta de la tarde es imposible encontrar una mesa, con lo que si pillas una después de comer, defiéndela a capa y espada. Además había mesas para las demostraciones de algunas editoriales, con lo que menos espacio de juego. Y ya no os digo como se ponía la cola de la ludoteca para pillar juego. Es recomendable llevarse algo de casa para esas horas, o si te vas a comprar algo, estrenarlo en ese momento.

Lo demás muy bien, con una organización centrada en hacerte disfrutar, una ludoteca surtida, eventos y actividades para entretenerte, torneos majos, y todo lo que te esperas cuando piensas en ir.
Y como no, lo mejor la gente. Este año mucho más prolífico en conocer gente nueva y ver a los conocidos. Ya desde el primer día, y con Farko haciendo de guía, le puse cara a Chemo, de Jugando con mi suegra, a Enhac de la Ludotecla, y a Seldonita y pareja de El hombre que ríe project. Al día siguiente conocí a Ilógico de En ocasiones veo meeples, y con él terminaron las nuevas caras que poner a los blogs.
Y claro, no me quiero olvidar de toda la gente conocida con la que pase momentos buenísimos: Picos, Anyel y el comando Mueve Ficha (sin Gudix, que se hace de rogar); Lethan, Neiban, Montse y Juan y el resto del comando Lex Ludi Malacitana; Farko y Fayzah, y la otra pareja del finde, JuanMa y Paz, con los que pasé montones de horas jugando y hablando. Un placer.
Una pena que al final se me escaparan Oceluna y Cartesius. La próxima vez tendremos que llevar un clavel para identificarnos.

Lo dicho, que ha sido un placer compartir estos días, y que, aunque la cosa no pinte bien por ahora, espero que coincidamos en muchas más.

Nos leemos.

PD.- Si, se que os debo el ranking del tercer trimestre, así que a ver si me deslío un poco y me pongo.

2 de octubre de 2012

DICE TOWN


Buenas todos.
Seguimos con la línea de juegos de corta duración que llevamos últimamente, pero es lo que hace no jugar mucho, que tengo que tirar de fondo de armario.
En esta ocasión vamos a por un filler supermegahipermaxisobreproducido, porque no me digas que un juego de dados para hacer jugadas de póker necesita una caja como a del Caylus, un tablero y demás zarandajas. Pero oye, que igual que yo piqué, pues otros tantos.
La edición que tengo es la Matagot multi idioma incluyendo la lengua de Ramoncín, que distribuye en España Asmodee.

Resumen: Pues somos un grupo de vaqueros en un pueblucho del lejano Oeste, que por no tener no tiene ni su zarza rodante, que deciden jugar a los dados para obtener toda clase de bienes. El juego en si es una chorrada como un órgano de catedral, que para los que estudiaron ciencias, es más grande que un piano.
Se trata de tirar dados de póker, y en cada ronda quedarte uno gratis, o pagar para quedarte más o no quedarte ninguno, con lo que en un máximo de cinco rondas cada uno tendrá su jugada. Según el que más tenga de cada cara del dado se llevará oro, dinero, cartas de la tienda de los chinos americana (Store se llama), el favor de la habitantes del lupanar, o convertirte en el Sheriff (lo cual te otorga glamour, prestigio y dos puntos de carisma). Por último, al que mejor jugada tenga se le conceden tierras en explotación, y al que no haya rascado bola un premio de consolación, que en ocasiones es mejor que los premios de los demás.
Precio/Componentes: Por unos 30 euros tienes este jueguecillo. Lo que viene siendo un regalo, sobre todo para el editor y el autor si va a comisión. Porque si amigos, si otros juegos son famosos por ser el primero de mayorías, o por ser el primero con track de puntos alrededor del tablero, este debe se famoso por ser el primer filler de más de 30 euros, y récord guiness de sobreproducción.
Y claro, con esos antecedentes, pues al juego no le podía faltar como un 60% de aire dentro d ella caja. Y es que claro, es un juego del oeste americano, donde había mucho sitio, y la gente no tenía problemas de espacio para apilar cosas.
Componentes: Bueno, bueno, bueno. Un lujo asiático.
Tenemos dados de plástico bastante normalitos pero con pinta de bazar chino que atufan. Unos cubiletes con poco fondo y menos boca, con lo que es fácil que se te monten los dados. Eso si, que se justifican para poder mantener tu jugada oculta de los demás, lo cual no tiene sentido ninguno, porque encima hacen que la elección del dado que te quedas sea difícil de hacer sin girar otros dados, o lo que es lo mismo, un campo de cultivo para las trampas voluntarias o no.
El tablero, excesivo en todo punto, encima es enorme para lo que se necesita, y de un grosor más que escaso. Los billetes son ridículos de pequeños y de espesor. Y salvo las cartas porque al menos las enfundé con fundas baratas.
Vamos, que el juego lo abres y lo metes de lleno en el top de los despropósitos.
Número de jugadores: En la caja te dicen que podéis jugar de dos a cinco, pero es una patraña. Este juego sólo está divertido a cinco, y sólo es jugable a cuatro. Para dos y tres jugadores no me molestaría ni en mirar la caja. ¿Por qué? Pues muy sencillo. Se trata de que haya pelea por pillar cacho a cada una de las caras del dado, con lo que jugando dos o tres es muy normal que cada uno pille lo que quiere, nadie tenga que coger el premio de consolación, y encima, cuando enganchas el favor de las chicas de moral difusa, pues no hay mucho donde elegir, ya que estas señoritas te permiten quitar cartas a los demás.
Con cinco es un filler que puede ser divertido, pero sólo si la gente está dispuesta a ello, al pique, a meterse en el papel, a hacer el ganso. Vamos, que el juego son los que juegan.
Si, es un filler caro y sobreproducido, y encima llamarlo juego es casi una exageración.
Reglamento: Mira, aquí nada que decir. Estaría bueno que la hubieran cagado en esto también.
Es como el niño cromagnon del chiste, que su padre le riñe por suspender historia teniendo un temario de un solo párrafo. Pues eso, que era difícil liarla aquí también.
Interacción: Digamos que tiene, pues hay pelea por pillar el bono de cada una de las zonas del tablero, pero como a la postre sólo depende de lo que te salga en los dados, tampoco es que puedas realizar un enfoque de objetivo. Más bien te adaptas a lo que te sale, y si coincides con otro, pues hay pelea, pero no, para mi esto no es interacción, a no ser que añadas un poco de teatrillo con amenazas y demás.
Mecánica: ¿Qué es eso? Ah, se debe referir a lo de que tiro los dados, me quedo uno, y así hasta que tengo los cinco. En eso momento cada uno mira quien la tiene más larga en cada cosa, pilla cacho, y vuelta al inicio.
Hombre, visto así la mecánica es perfecta, no tiene fallos de estrategia, no tiene.... que no cojones, que eso no es un juego.
Es un festival de azar, caos y dados sin manera humana o divina (lo he intentado invocando a Thor, para ver si su martillo sacaba cosas de provecho del juego) de poder mitigarlo. No hay por donde cogerlo.
Si dicen los dados que no te sale tal cara, pues ya está. Puedes hacer repóker de ases, y pillar tres tierras, y que en las siguientes jugadas no las puedes consolidar y alguien que saque reinas te las levante de la mano. Puede que pilles pasta y no haya más que tres monedas o menos. Puede que roes cartas en el Store y sólo te salga morralla. Ah, bueno, se me olvidaba, el Store. Un macete de cartas donde el término equilibrio de poder de las cartas debe ser que no se conoce en Francia. Hay cartas que son un truño, y otras que son la releche.
Para que luego digan que publicar es difícil. Que va. Si te llamas como debes llamarte, ya puedes publicar la adaptación de la brisca con tema élfico, que te lo publican.
Duración: Alrededor de 30 minutos, aunque depende de los jugadores. No de su AP, que si alguien tiene con este juego es para pegarle una paliza con un calcetín lleno de patatas cocidas, sino del número de jugadores. Si es que, en no habiendo nada que pensar y desarrollar, pues la cosa fluye rápido.
Preparación y transcurso: Avenga, digamos que esta es la otra virtud del juego, pero sólo media virtud, lo que sería vir.
El juego se prepara en un momento, pues sólo hay que desplegar el tableraco, barajar un par de mazos pequeñitos, y poco más.
Y pierde la tud porque un juego así debería poder jugarse en una mesa de bar, porque este es su ambiente ideal de juego, pero con el tablerito que le han cascado, unido a la caja, no hay posibilidad.
Curva de aprendizaje: Ains!, no he sido capaz de terminas de leer aprendizajejejejejeje. Perdón otra vez.
Aprender qué. Es como unir la palabra cultura con estadounidense.
Que vamos, que un mono con todos sus dedos es capaz de jugar, a lo mejor no de manera ordenada, pero con posibilidades reales de ganar. Bueno, a lo mejor un mono aullador no, que tiene los dedos pequeñicos, pero los demás casi todos.
Expansiones: Y con un alarde de “si tengo lo que hay que tener para publicar esto, soy coherente y saco expansiones”. O eso, o fue el típico “a que no hay wikis a sacar una expansión”.
Vamos, que si que tiene, pero que me niego a decir ni como se llama.
Idioma: Estamos como con el reglamento, si lo hacen dependiente del idioma es para buscarles y meterles una colleja antológica. Es que es imposible que fuera dependiente del idioma, y si te has leído la reseña ya sabes jugar, con lo que puedes jugar con cualquier idioma.
Date cuenta que no te digo que da igual en que idioma lo compres, porque no se me ocurriría decirte, ni sin querer, que debes comprarte este juego.

Pues chicos y chicas, hasta aquí por hoy.
Creo que ha quedado claro que me gusta a rabiar. No, en serio, lo mantengo porque en las últimas horas de una reunión de amigos alicorados, o para jugarlo con niños no muy mayores, pues vale, pero que en cuanto terminen de crecer mis sobrinos no sé yo.
Nos leemos.