20 de agosto de 2012

FAUNA


 Si, es cierto. La semana pasada me la salté, y esta semana vengo con este juego, que para muchos es un filler sobreproducido, y para otros, un party diseñado por un diseñador de eurogames de calculadora.
Pero es Agosto. Si hasta en los telediarios las noticias son refritos. 
La verdad es que en esta época solemos tener visitas de familiares y amigos, que huyendo de zonas más calurosas, hacen un retiro fresquito en Cuenca, y quieras o no, eso te quita tiempo.
Pero vamos al lío. La edición que tengo es en castellano de la mano de Homoludicus.

Resumen: Fauna es un juego familiar, muy familiar, donde no hay apenas estrategia, y eso si contamos como tal esos pequeños truquillos del juego.
Se parece más a los party de toda la vida, un juego de preguntas y respuestas, sobre animales. Su mayor novedad es la presencia de un tablero donde responder todos a la vez, y donde no sólo por acertar puntúas, también puntúas si te acercas. Ya sabes, la típica respuesta de "pues me suena que este bicho es de Sumatra", y clavas un cubito de respuesta en el mar que rodea la zona.
Es decir, es un juego para gente que sepa, para gente que ve documentales, y para los que siestean con ellos (cuando las cosas que oyes se te quedan en el subconsciente). Es incluso un juego para los que no saben si el Lirón careto es real o la mascota de fieltro de Félix Rodriguez.
Precio/Componentes: El juego lo tienes en español por poco más de 30 euros, e incluye: un tablero sobredimensionado al menos en un 20%, un montón de tarjetas de animales a doble cara, los cubitos de cada jugador para las respuestas, un león de madera para indicar el jugador inicial, un montón de cubitos negros, que lo mismo los usas una vez en toda la partida que ninguna vez en varias partidas, y uno de los insertos mejor hechos de los que he visto en cuanto a funcionalidad. A eso le añades el correspondiente 50% de aire, que en este caso es aliento de animales envasado, para que te metas en ambiente, y ya tienes el juego.
La verdad es que la relación calidad precio es bastante ajustada, y para mi gusto, lo único que desentona es el tamaño del tablero, que siendo más pequeño no necesitaría tanta mesa, y a lo mejor podrían haber ajustado un poco el precio. Y es que a nivel de componente bien, pero es un party, o un filler según lo consideres, por el precio de muchos juegos serios. Para gustos los colores.
Componentes: De buena calidad todos, con tarjetas de grosor aceptable, un tablero que para el Ora et Labora hubiera querido su espesor, y cubitos y madera estándar. Para mi gusto sólo le falta algún receptáculo más para almacenar las tarjetas, como el que trae para tener con las que juegas en la mesa, de manera que pudieras tener dos juegos de tarjetas en marcha a la vez. Una tontada personal, lo sé.
Número de jugadores: En la caja te indica que de dos a seis, un rango enorme, pero falso. Se pueden jugar dos, pues sí, pero no es lo mismo ni por asomo.
Yo no lo jugaría nunca a menos de cuatro, y puestos a elegir, a cinco y seis. Y es que una de las partes que molan del juego es poder chafar las respuestas a los demás, y con pocos jugadores es muy fácil que todos tengan opción de pillar puntos en todas las categorías. Jugando de cuatro en adelante, es normal que una categoría que todos tengan más o menos clara se llene de cubitos antes de que te toque, con lo que debes pensar bien donde colocas tus primeros cubitos de repuesta, por si cuando te vuelva el turno, ya no te queda un hueco bueno.
Reglamento: A ver. Se enseña un animal, se dice en que categorías se puntúa, en especial en cuantas regiones está presente. Cada jugador, por orden, coloca uno de sus cubos de respuesta, o pasa. Cuando todos pasan, se saca la tarjeta y se puntúan los aciertos, retirando los errores. Ya está, esto es el juego. No hay más. 
Pues claro, el reglamento es clarísimo, y es que ni queriendo se puede estropear. Y hay tan poco que explicar que han metido un librejo sobre los animales (carácter didáctico el de este juego). Vamos, más sencillo que explicar a mi abuelo que la prima de riesgo no es esa que tengo en el pueblo que opina que los condones son cosa del diablo
Interacción: Pues tiene la de un party, con la excepción de que todos responden a la misma pregunta.
Es decir, no hay enfrentamiento entre jugadores, ni piques ni roces de los que hacen cariño. Es interacción indirecta, de la de me has pisado la respuesta, muy euro (algo tenía que notarse la mano de FF).
Si lo piensas, es la que se necesita en un juego familiar, para que toda la familia acabe contenta.
Mecánica: La única pega de la mecánica de este juego.... es que no tiene mecánica. O a mi no me lo parece. No hay un motor del juego, es sólo preguntas y respuestas.
Aún y con eso, el juego tiene unas pegas, no muchas, pues no hay manera de cagarla.
La primera es la rejugabilidad. No estamos hablando de que en 5 partidas, ni en 10, te sepas las tarjetas, pero antes o después los animales se repiten, y como encima es un juego en el que en cada tarjeta echas un rato, se te suelen quedar más o menos las respuestas, y con ese más o menos, te garantizas muchos puntos. Supongo que si se ha vendido bien, antes o después sacarán más tarjetas de animales.
La segunda pegueja, pues que te explican de que va, lo ves en marcha, y dices: este es perfecto para jugarlo con niños. Pues para mi no. Los animales de la cara difícil son complicados de conocer incluso para adultos, y los de la cara fácil, pues hay algunos que son muy conocidos, pero no por ello un niño sabe calibrar pesos y medidas, con lo que al final es un juego familiar, pero para mayores de 14 (por decir un número), porque encima, si lo juegas con niños y adultos mezclados, pues... recordemos el buen perder típico de los niños. Y dan una penica cuando te miran y su cubo está un palmo por detrás del penúltimo (¿he comentado que no creo en lo de dejar ganar a niños de más de 4 años?)
Duración: Pues depende un poco de los que jueguen, del número, me refiero, pero entre 40 y 60 minutos, lo cual es bastante para un party o un filler. Lo que pasa es que los turnos son rápidos, no hay casi entreturnos, sueles reírte bastante con las gañanadas de alguno, y olvídate de AP. Vamos, que si alguien tiene AP con este juego que se retire del mundillo.
Preparación y transcurso: Una preparación muy rápida, acorde a la duración de la partida. 
Extiendes el tablero, cada uno coge los cubos de su color, colocas un mazo de tarjetas de animales en el contenedor, y a darle. Además, durante la partida, no hay circulación de recursos o similar, apenas un par de cubos que se pierden o recupera, cambiar la tarjeta y listo. Nada laborioso.
Lo peor, el espacio en mesa por las dimensiones del tablero. La zona de respuestas de peso y demás pues tiene buen tamaño, pero el mapa general lo encuentro algo excesivo, pues en cada zona sólo puede haber un cubito de respuesta, con lo que no se necesitaba más espacio. Incluso el mar, que vale que queda más proporcionado así, pero se podía haber contraído un poco en sentido horizontal. Pero como no lo han hecho, pues hace que necesites una señora mesa para jugar.
Curva de aprendizaje: Pues ninguna, incluso negativa (si, es raro, pero hay gente que juega peor cuantas más partidas lleva).
Lo único que te da la experiencia, pues alguna picardía para pillar puntos por colindante, en especial con regiones, donde los mares que las circundan tocan muchas zonas posibles. Eso, y leerte el nombre científico, pues a veces, en un alarde de originalidad bautizando una especia, su segundo nombre es ibérica, o similar.
Expansiones: Que yo sepa ninguna, pero como ya he dicho, si comercialmente ha funcionado, no creo que un tío que ha sacado mapas hasta de Tomelloso para jugar al Alta Tensión, se vaya a privar de sacar más tarjetas para este juego.
Idioma: El juego lo tienes en castellano, pero tampoco tiene dependencia del idioma. Las tarjetas de animales llevan los datos de peso, longitud/altura y longitud de la cola, y un listado de regiones donde se encuentra el animal, y los nombres de la tarjeta coinciden con los del mapa.
Y el reglamento, si te has leído esta entrada, pues lo puedes usar para envolver el bocata, porque ya sabes jugar.

Hasta aquí por hoy.
Una entrada un poco descafeinada, si, pero prometo volver con más fuerza la semana que viene. O al menos intentarlo. O por lo menos intentar intentarlo. O como poco............ (Humor redundante, el peor del mundo)

Nos leemos


11 de agosto de 2012

LO PROBADO EN LA QDD BLOGERA MALAGA (y 2)

Pues aquí va la segunda parte que os prometí, con la otra mitad de juegos nuevos que he probado.
Como veréis me cundió bastante, teniendo en cuenta que además de todos estos pudimos jugar alguno de los mios e incluso uno de mis protos. Al lío.


Este juego de negociación, que desprecintó en vivo su dueño, es de esos juegos que le sigues la pista porque tiene sus seguidores y lo ves a buen precio.
Una vez jugado, y a pesar de que me gustó mucho y gané, entiendo la bajada de precio. Por un lado es un juego con mucho azar por todos lados, tanto para las cartas que te permiten hacerte con los locales, como a la hora de sacar las losetas que representan los negocios. Además, es un azar que no puedes controlar en absoluto y te puede costar la partida. Y más, y entramos en la segunda pega del juego, si juegas con gente que no quiera negociar. Nuestra partida estuvo bien, porque se negoció bastante, y fueron negociaciones rápidas, pero al igual que el Catán, si la gente se niega a negociar, pues se acabó el juego, y no hay obligación para ello.


Este es un juego autoeditado por Farko y Fayzah, que podéis encontrar aquí, en el que debemos unir trozos de tela de dos colores a base de botones. Rápido y entretenido, pero con alguna pequeña pega por mi parte (desde el cariño y el respeto, que conste).
Por un lado tiene bastante azar a la hora de coger los trozos de tela, en fichas como de dominó, pero nada insalvable pues se trata de unir lo que te toque, con lo que no es determinante.
Mi mayor problema con el juego fue de diseño, aunque es mucho criticar pues es una autoedición. Por un lado las fichas de tejido se me hacían algo pequeñas, y con algunos colores muy similares, lo que te despista y hace que metas gambazos sin querer, que a la postre son errores. Debido al tamaño de las fichas, las uniones son con botones también bastante pequeños, que fácilmente mueves sin querer una vez colocados. Son dos nimiedades, pero creo que con losetas de cartón donde se note más la diferencia de color y textura, y otras piezas de unión, el juego ganaría mucho. Eso, y que la gente se centraría en jugarlo bien, en lugar de hacer cadenas como el dominó, que es lo que haces sin querer por el tipo de pieza que tiene. Pero que conste que me gustó mucho, y encima gané. ;)


Este fue uno de los que más me gustaron del fin de semana, y eso que es un familiar casi filler.
Muy entretenido, y lo del crono le mete un toque de presión agradable. Además, me llaman los juegos de acción simultánea, aunque esa es una de las pegas, pues este tipo de juegos hay mucha gente que los aborrece. Quieren su ratito de pensar tranquilos, y aquí no lo hay.
De lo poco que no me gustó es el tema de las penalizaciones de los volcanes, ya que creo que son una burrada que sólo le afecten al que más tiene. El otro pero, que las puntuaciones de los animales están bien, si las penalizaciones por no cerrar territorios fuera mayores, ya que a veces es más interesante pillar todo bicho que veas aunque casi no cierres trozos.
Vamos, que la única pega sera el sistema de puntuación que tiene, porque por lo demás me gustó mucho. Tanto que es casi el único juego que repetí, y eso es mucho con la oferta que teníamos, y la de juegazos que se quedaron sin jugar (ains!, el Colonial. Otra vez será).


Yo no sé si fueron las horas de la noche, no sé si, como dice Neiban, salió una partida rara, o que yo no soy de juegos de carreras, pero no me convenció nada este juego.
Tiene lo bueno de las apuestas por el ganador, que me parece buena idea, pero que para eso prefiero el Heimlich del día anterior (que en eso algo se parece), pero poco más le vi.
No es un Formula D, pues no tiene el azar de los dados, pero claro, las curvas son tal embudo, y como cada cual no sólo adelante su coche, sino también por los que ha apostado, que resulta muy frustrante estar varios turnos sin mover, o casi parado, como le pasó a Juanma.
Si a eso le añadimos un aspecto gráfico que me recordaba a las copias de Falomir, pues apaga y vámonos.


Juan, 70 veces gracias por enseñármelo.
Este sabía, desde antes de ir, que si lo probaba iba a ser el juego de la QDD, y así fue. Y es que soy un fanboy de Uwe, no lo puedo evitar, y no hay juego suyo que haya probado y no me encante.
Malo de este juego? Pues lo que se comenta por la red y poco más. Se parece bastante a Agrícola y Le Havre, aunque para nada se excluyen entre si. Los tableros de jugador son finísimos (y no de compofrío). Y vale que las cartas si son más grandes ocupan mucha mesa, pero el tablero ocupa lo mismo si fuera más grueso, lo suficiente como para que no se combe sólo de estar en la caja.
Pero como juego, un 10. Si alguien ve a Juan que le de las gracias de mis partes. XD


Gran descubrimiento el de este juego. Había leído sobre él y me llamaba, pero lo veía tan parecido al Race.
La verdad es que el juego está muy bien, y se parece, en cierta medida al Race, tanto, que para mi son redundantes. Tiene las pegas del Race, en cuanto a que es un juego que funciona mejor a dos y que a cuatro los entreturnos deben ser odiosos. Los componentes, sin contar la expansión, son bastante malos. Las cartas tienen mucho símbolo con el que familiarizarte antes de poder jugar una partida coherente. Tiene bastante azar al robar de un mazo boca abajo, con lo que puede que no te salga el combo.
Pero a su favor tiene detalles que lo hacen superior al Race, como el agotamiento de los combos, lo que hace que no juegues tan en piloto automático aunque consigas el combo. Además tiene bastantes menos símbolos que el Race, con lo que te cuesta menos hacerte con él. Y por último, la expansión, mejora notablemente los componentes del juego, algo que no ocurre en el Race a pesar del precio de las expansiones.
Yo teniendo uno no me compraba el otro, pero sin tener ninguno me pillaba éste con la expansión, seguro. Un gran descubrimiento del amigo Lethan. (Vídeo guapo el que se ha currado)(El de las patillas discretas soy yo, si)

Y hasta aquí lo que fueron las novedades de la QDD. Aparte de estos, probamos de mi ludoteca: Grand Cru, Inca Empire, City Tycoon, Dominant Species, K2, Biblios, Duck Duck Go y Joyas.

Y para terminar, hoy es el aniversario de este blog. Si amigos, yo tampoco me lo creo, pero hemos cumplido un añito sin desfallecer, y con ritmo aceptable de entradas. Y lo que es mejor, un ritmo de comentarios y visitas que jamás hubiera esperado, así que desde aquí gracias a todos. Esto es para vosotros.


Pd.- Ya se que lo suyo sería haber organizado un concurso con regalos y eso, pero teniendo en cuenta la línea de este blog, hay pocas editoriales/tiendas a las que les interese lo que escribo, con lo que os coméis la tarta y cada mochuelo a su olivo.

Nos leemos

9 de agosto de 2012

LO PROBADO EN LA QDD BLOGERA MÁLAGA

Pues si, a pesar de que dije que no haría una entrada sobre las jornadas, pues he decidido hacer una entrada de lo que no me gusta de los juegos (que no fueran mios) que probé en la QDD blogera de Málaga.
Si queréis saber lo que se coció en aquellos lares, tenéis la magnífica entrada de Jugando en Pareja , y la serie de entradas de Tableronne. En ellas encontraréis algo más que juegos. Aquí vamos al grano, pero por dar envidia, me lo pasé como un enano, y no me refiero al del circo que disparan en un cañón.


Fue la apertura de jornadas, y todo un éxito, sobre todo porque me lo pasé genial y encima gané.
Este juego ya lo había probado, y para mi hay dos cosas que no me gustan. La primera es que la superficie de juego debe ser buena y lisa, porque sino las piezas se desacoplan, lo que hace que sea imposible controlar el coche. La segunda, es que jugando muchos, los tapones de fichas en las curvas son desesperantes, algo que no ocurre en la versión no-mini. Aparte de eso, es un juego de habilidad, por lo que hay gente que no podrá ni divertirse con él.


Este filler sabía que no me gustaría desde que Lethan empezó a explicarlo, y no será por falta de entusiasmo de su parte, que sería capaz de venderle un Toledo a Wallace.
Pero es que es un juego de deshacerte de las cartas de la mano, y en el que es obligatorio hacer trampas tirando las cartas cuando no te vea el grillo. Son de esos juegos que se pueden catalogar como party, y que tienen su público, pero que para mi no entran en la categoría de juegos de mesa modernos. Es como los juegos para beber o los juegos de campamento, que tienen su gracia por el grupo, pero no es un juego. Son unas reglas para que la gente se ría y haga el ganso.


Este me gustó bastante, pero no es mi tipo de juego, porque soy un libro abierto en los juegos de identidades ocultas. Se me da fatal disimular, por lo que enseguida me calan, y claro, pierde toda la gracia. Y lo peor, es que por ello puedo fastidiar la partida, ya que es más fácil pillar a los demás. Su gran fallo es que no tenga una identidad más que jugadores, ya que así no sabes cual es la identidad que no se usa, y no es tan fácil terminar de asignar identidades si consigues calar a dos "hábiles" como yo.


Este también lo había probado antes, y desde el primer momento no me gustó nada. No tiene mucho de juego, pues depende de las ganas que le pongan los jugadores, y de su interés porque no se rompa la partida. Las reglas son sencillas, pero creo que no está bien testeado.
Y a pesar de ello, y por insistencia de Neiban (capaz de convencerte de que Knizia es dios a base de sacarte juegos de mister K que no hayas probado) lo jugué, desganado, y aunque la partida no fue mala, por el gran interés que le ponían, sigue sin gustarme nada. Hay montones de fillers mejores como para gastar mi dinero y mi tiempo.


Posiblemente el que más me haya gustado del finde. Parece mentira que en tan poco rato pueda haber tanta pelea. Y encima tiene caballeros con lanza y todo. 
Lo peor, el azar en las cartas, que son las que te permiten iniciar nuevos territorios, ya que para expandir no necesitas un número concreto. Eso, unido al efecto kingmaking, o al revés, el efecto "vamos a por el que lleva cobrando toda la partida", hacen que el juego no sea más. Pero la verdad, son dos pequeños defectos para un juego de una hora.


Este es otro de los que me encantaron, aunque lo sabía de antemano pues lo llevo siguiendo mucho tiempo. 
Lo peor del juego, lo difícil de conseguir. Por lo demás, pues sabiendo que es un juego bastante azaroso y caótico, es un buen juego. 
Y esos que he dicho, azar y caos, son sus virtudes y sus defectos a la vez. Porque lo hacen divertido e incontrolable, que es lo que busca, pero por otro lado hacen que si buscas un juego controlable no te guste. Tiene mucho azar en la primera fase por donde colocar tus ciudadanos, y mucho azar en sacar las losetas de lava de una bolsa, que te pueden bloquear cualquier salida. El caos lo ponen los jugadores, moviendo gente y colocando losetas, a veces para dejar libre su huida, pero la mayoría de las veces para fastidiar al resto. 
No apto para la gente que huya del roce directo.


Y como no quiero que os durmáis con esta entrada, dejo la otra mitad de juegos nuevos para  la siguiente entrada, que intentaré que sea pronto.

Nos leemos.

2 de agosto de 2012

ZOMBIE SURVIVAL



Hola otra vez.
Retomo la actividad después de un apoteósico fin de semana, donde he batido todos mis records: 27 horas jugando en tan sólo 48 horas. Ahí es ná!!
Y claro, al pensar en el juego que reseñar, pues no puedo por menos que ir a por éste, ya que zombie es como llegué a casa tras tremendo palizón al cerebro. Pero que queréis que os diga, sarna con gusto no pica.
La edición que vamos a reseñar de este temático, de los pocos que tengo y que me gusta (bien dosificado), es la de Twilight Creations en inglés.

Resumen: ¿Habéis visto la peli Soy Leyenda? Pues resulta que en toda la tierra, los únicos supervivientes no zombies son tus vecinos y tú. ¡Qué casualidad! Ya se podía haber salvado el equipo brasileño de volley playa, pero no, se han salvado tus vecinos. Y en este juego el concepto de cooperar para sobrevivir es como lo de Europa frente a la crisis: cada uno a sus uñas y en cuanto te sobre un rato a joder al resto. Si esto no es un juego temático no sé qué puede serlo.
Pues eso, que somos una familia de supervivientes metiditos en nuestra casa. En la primera fase del juego debemos ir cogiendo por orden el menaje del hogar: madera para barricadas, supervivientes, comida y agua, un fusil, una ballesta, gasolina para el hornillo... en fin, lo que sueles encontrar en la sección rara de Ikea. Y una vez equipados hasta el último hueco de la casa, empiezan a llegar los zombies. Y es cuando empiezas a pertrecharte, matar alguno, mandar a unos cuantos a la ciudad a buscar suministros, y si te sobra un rato, pues lanzas unos petardejos en el jardín del vecino para que le vayan más zombies. Todo esto aderezado con unas graciosas cartas de evento (si no tuviera, ni temático ni leches) que no hay dos buenas en el mazo.
Precio/Componentes: El juego está por unos 30 pavos, e incluye 4 tableros individuales de casa con sus jardines, cuatro marcadores de suministro en papel de cartulina, un mazo de cartas de evento que no llega ni a 30 cartas, un montón de contadores de cartón para los suministros que consigues, tres mini mazos de localizaciones de la ciudad, unas cuentas de cristal como marcadores, muchos zombies de plástico y dados para los ataques. No es que diga que el juego es caro. Son de los que mirando sólo componentes y calidad están ajustados, pero se hace caro cuando pruebas el juego.
Las ilustraciones de las cartas de evento son algo gores, pero me gustan. Las que son penosas son las ilustraciones de las localizaciones, que parecen dibujadas por un niño.
Y un detalle, si os venden una copia con la caja tocada, pasad de ella, ya que la tapa de la caja es el campo de batalla. Por su parte interior tiene dibujada un zombie con un círculo alrededor de la cabeza. Cuando atacas un zombie, tiras los dados en la tapa. Si alguno está en el círculo es muerte inmediata. Si no, pues debes llegar a 6 con los dados que toquen el dibujo. Un toque de habilidad para darle caos al azar. Chanchi.
Componentes: Pues bastante normalitos. Las cartas son bastante gruesas, pero con un tacto como reticulado que no me convence nada. Los tableros de casa y jardín, así como los contadores de los suministros, están bien, pero los tableros de suministro son cartulinas. Los zombies de plástico están bastante bien y son detallados, como los del Zombies de Edge. La caja, teniendo en cuenta que se usa, debería ser algo más gruesa. Lo más cutre son los marcadores, que son cuentas de cristal de las de los chinos, y lo mismo te sirven para marcar suministros que para representar barricadas. Habría preferido mil veces barricadas de cartón.
Número de jugadores: Pues con un rango de 1 a 4. Si, tiene modo solitario. Y no, no lo he probado. Vamos, que ni me lo he leído, porque no se que diversión tiene este juego si le quitas la parte de fastidiar al resto mandándole zombies a su jardín.
Lo he jugado entre 2 y 4, y escala muy bien. Con dos los turnos son más rápidos, entreturnos cortos, pero pierdes factor puteante. Y con cuatro, pues a la inversa, como habréis deducido si no os han comido el cerebro. Yo lo prefiero a 4 o 3, para que haya más diversión, pero a dos no está nada mal (dentro del juego que es, se entiende)
Reglamento: Aquí es donde metieron la pata hasta los sobacos, axilas para la gente que fue a colegio de pago. El reglamento está muy mal estructurado, deja muchas cosas sin explicar, da por supuesto muchas cosas, y cuando terminas de leerlo necesitas de un ejercicio de interpretación para la primera partida. Además, cuando empieces a jugar te surgirán muchas dudas, que no te molestes en buscar, y que resuelves por lógica, o porque es lo que ocurre en las pelis de zombies. Todo esto, lo apuntas como tus anexo de reglas para las siguientes partidas, y en dos o tres partidas empezarás a disfrutar del juego. 
Pero claro, porque le quieres echar ganas, porque entiendo que alguien se deshaga de él sólo con leer las reglas o tras la primera partida. Yo, si no fuera de los preferidos de mis sobrinos, lo habría hecho, pero tras las partidas que he jugado, no me arrepiento de tenerlo.
Interacción: Muy poca, como es de esperar de un juego con modo solitario. Y lo cierto es que el tema daría para más, pero si lo piensas, sois supervivientes cada uno a sus uñas, con lo que de roce poco. 
En la fase primera, cuando os repartís los suministros y objetos hay algo de interacción indirecta, porque no hay de todo para todos, con lo que de entrada debes centrarte en si te preparas para matar, para aguantar, o para defenderte, y aquí es importante el orden en que cojas las cosas, por si no te llega la segunda vuelta.
Luego, en la fase de ataque de zombies, la única interacción es con la acción de hacer ruido en las casas vecinas para atraerles zombies, lo cual tampoco es mucho, pero creedme que es la diferencia entre sobrevivir o palmar.
No es mucha, ya lo he dicho. Así que abstenerse los ameritrasher que buscan un temático al uso.
Mecánica: Como en muchos temáticos de segunda fila, más sencilla que picar fruta para una sangría tamaño nevera. En tu turno, tiras un dado para que lleguen nuevos zombies, sacas una carta de evento, la aplicas, y en función de el número de supervivientes, una acción por cada uno: construir barricadas, atacar un zombie, ir a la ciudad, buscar en la ciudad o volver de ella, o hacer ruido en casa del vecino. La única obligación es la de luchar con un zombie si han conseguido entrar en ella, si no, eres libre.
Claro, con esta mecánica, los fallos son evidentes: caos y azar a raudales.
Los jardines de la casa tienes casillas numeradas del 1 al 6, y cada vez que te vienen zombies, tiras un dado para ver en que casillas entran. Primer punto de azar, porque como al jodido dado, o tetraedro del caos, le de por repetir resultado, en pocos turnos los tienes metiendo los deditos entre las rendijas de la barricada, y es muy desagradable, que las uñas las llevan con roña.
Luego sacas una carta de evento, que suelen ser malas y pedirte que alimentes o hidrates a tus supervivientes, o se te acaban las pilas, o se te hace de noche, o..., azar y caos del que no puedes paliar y al que no te puedes preparar.
Y luego empiezas a hacer acciones. Si visitas la ciudad sacas cartas al azar de los mazos de localizaciones, con lo que puede que llenes el coche en un turno, o que no robes más que cartas de zombies y te vengas de vacío. ¿Cómo llamamos a esto? AZAR.
Si atacas a un zombie, coges los dados según el arma que uses (que si es un arma que haga ruido te vienen más zombies, con el dado, claro), y los tiras sobre la tapa. La releche. Puedes llegar a sacar miles de resultados, que en mi pueblo es azar, pero es que además, con el factor caos que le mete la tirada de habilidad, puedes sacar cuatro 1 y con un dado toque la cabeza matas al zombie, o sacar cuatro 6 y que ninguno toque el dibujo. Añade a esto las discusiones sobre la altura a la que lanzar los dados, sobre no meter la mano en la tapa al lanzar, etc. y tienes CAOS.
Esos son los componentes fundamentales, azar y caos, pero con una ventaja, que si coges el juego sabiendo lo que hay,  no os liáis con las reglas, aparece el último componente, risas. Y a veces es lo que necesitas o buscas.
Poco más se puede decir, salvo una cosa, y es que en muchas ocasiones la partida se decanta a favor del primero que empieza a hacer ruido en casa de los demás, lo que les obliga a ponerse a la defensiva. Eso, unido a que es propicio a que en cuanto uno flaquee los demás se ceben con él, pues hace que no lo recomiende como opción para iniciar novatos, ya que puede mosquear bastante.
Por último, la condición de victoria, es el último que sobreviva, lo que implica que haya jugadores que acaben antes, y no soy yo de juegos con eliminación. Cierto es que cuando un jugador cae eliminado lo normal es que todos vayan ya en las últimas, y que la partida acabe en 10 o 15 minutos, pero es un rato en el que los eliminados se aburren.
Duración: Las partidas suelen durar entre 60 y 75 minutos, lo cual es mucho como experiencia temática para un eurogamer, aunque comparado con otros temáticos, pues no es muy largo.
La verdad es que las partidas no se hacen largas, pero no olvidéis que hay eliminación.
Por supuesto, es un juego sin apenas AP, a que salvo un par de segundos que piensas que debes coger en la primera parte de suministro, el resto es obvio.
Preparación y transcurso: El setup se lleva sus 10 minutos, que no es mucho para la preparación del juego: cada uno coge su casa y sus jardines, sus tableros para marcar suministros, preparas los mazos de eventos y de localizaciones y a empezar.
Durante la partida hay bastante movimientos de figuritas de zombies hacia y desde las casas, pero poco más, y cada cual se encarga de los suyos, con lo que no es un coñazo para nadie.
El espacio en mesa no es mucho, ya que carece de tablero central, pero como hay que lanzar sobre la tapa, pues un mínimo para colocarla se necesita.
Curva de aprendizaje: Nada. Si te explican bien que hace cada objeto y suministro, y aplicas un poco de lógica (no cojas una mira láser sin coger pilas, y cosas así), se juega bien desde la primera partida. Al depender tanto del azar y de los eventos, planificar bien es muy difícil, y siempre echarás de menos no haber cogido más de algo, pero de eso se trata el juego.
Expansiones: Este año han sacado una, con más enjundia en el exterior de la casa, y con más cartas de suministro, entre otras cosas, así que supongo que habrán vendido unos cuantos, pero sinceramente, y porque no soy yo mucho de temáticos, no creo que el juego la necesite. Si me hecho tantas partidas seguidas como para quemarlo, el que acaba quemado soy yo, y ardiendo el juego.
Idioma: El juego está en inglés, y sólo las cartas de evento tienen texto, que no es nada difícil. Además, en la red están traducidas las reglas, las hojas de ayuda de lo que hacen los distintos objetos y suministros, y las cartas de evento, con lo que lo conviertes en independiente del idioma.
Miento, los zombies no están traducidos, pero como sus gemidos no los entiende ni el Google Translator, pues.

Y hasta aquí llego.
Antes de acabar, y como debe ser, una escueta mención a lo que ha sido el pasado fin de semana, donde he conocido a mucho jugón y blogero, todos ellos gente estupenda, y he podido jugar a muchas cosas nuevas, además de hablar sin que te miren como un bicho raro de todo este mundillo que tanto nos gusta.
Realmente ha sido un placer compartir este finde con todos vosotros.

Nos leemos.