22 de junio de 2012

TOURNAY

 
Ya estoy aquí una semana más, y esta vez, a petición del lector, volvemos a la senda de los euros. No volveré a meter la pata.
Tournay es un euro clásico, de combar cartas y con ellas obtener beneficios y dinero que inviertes en mejores cartas que te dan puntos al final, y que no se paree en nada a Troyes. Bueno si, en la estética y en que puedes comprar moñacos a los demás jugadores. Pero claro, Troyes tuvo muy buena crítica, y acogida comercial, así que, en lugar de sacar una expansión innecesaria, decidieron aprovechar el tirón con este juego. Y no me entendáis mal, el juego está muy bien, pero no es Troyes. Ni se le parece (bueno, parecido tiene, la verdad).
La edición que tengo es la de Pearl Games en inglés, alemán y francés. Si amigos, si tu prima de riesgo supera los 300 puntos, no te traducen el reglamento (me cago en el FMI y en el BCE, y en más siglas que no sé qué significan). Al tajo.
 
Resumen:  Pues somos constructores que ayudamos a reconstruir la ciudad de Troyes, y cada jugador deberá montar un barrio próspero con edificios y personajes de las tres facciones: militar, civil y eclesiástica.
En realidad vamos a montar un chiringuito de cartas, en una disposición de cuadrícula de 3x3, en la que colocaremos personajes que afectan a todas las cartas en su fila y columna, y edificios con distintas habilidades que debemos activar colocando allí uno de nuestros curris. De cada facción hay cartas de tres niveles, siendo las de nivel 1 y 2 similares pero con mayor coste y potencia las de nivel 2, y las de nivel 3 de cada facción, son cartas especiales, llamadas prestigiosas, que al final de la partida nos dan puntos, más cantidad al que la haya construido, pero también reparte puntos al resto de jugadores.
En cada uno de los montones de cartas de donde obtener los edificios y personajes que queramos poner en nuestro barrio, hay una carta de pregonero, que activa los tres eventos, casi siempre malos, que hay en juego, pero que se pueden quitar usando nuestros muñecos y algo de pasta.
En cuanto haya tantos pregoneros como jugadores más uno visibles, hay que estar atento, pues una vez que alguien tenga un barrio de 9 cartas con dos edificios de nivel 3 se acaba la partida. También acaba si dos o más jugadores tienen ya sus barrios con 9 cartas y dos edificios de nivel 3 visibles, aunque falten pregoneros.
Precio/Componentes: Pues el juego te sale por unos 25 euros, lo cual, viendo el tamaño de la caja te parece una ganga. Pero no olvidéis que es un juego de cartas, sin una barbaridad de cartas, con lo que considero que el precio es ajustado, ya que aparte de las cartas, trae bastantes contadores de monedas, y de peones. Además trae meeples de las tres facciones, 11 de cada, y cada facción con su forma. Incluye, como justificación de la caja, una especie de tira de cartón para organizar bajo ella las cartas disponibles, y por la otra cara un marcador de puntos, pero que no se puede doblar, es de una pieza, con lo que ya te hace falta una caja de esa longitud. La verdad es que el tablerillo viene bien, pero es totalmente innecesario, y si al menos se pudiera doblar, pues entonces la caja hubiera sido la mitad. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que tal y como es la caja, lo que más compras es aire, mucho aire, puesto que si el tablerillo se doblara, cabría todo en la caja del Ciudadelas (siempre pongo el mismo ejemplo, que poca originalidad), y sin embargo, la caja es igual que la del Troyes pero la mitad de alta (habrá que agradecerles ésto)
Componentes: Mirando el precio son muy adecuados. Sin mirar el precio, pues no entiendo que las monedas de 1 y 5 sean de cartón, y luego hayan incluido unas cartas a modo de billete de 10. Me parece de un cutre que lo flipas. Luego están las cartas, que con el manejo que llevan no están mal de grosor, pero las tienes que enfundar, porque son oscuritas ellas, con lo que el roce se nota. Los muñecos están muy bien, de madera y con distintas formas, aunque realmente no sepas qué forma tienen. Y el tablerillo organizador es por justificar precio, porque tú me dirás. 
Dejo a criterio de cada cual las ilustraciones, porque son de las que no dejan indiferente, ya que buscando la similitud con los grabados medievales, carecen de profundidad. A mi me gustan, pero no es Menzel.
Número de jugadores: Un clásico 2 a 4, que la verdad es que escala muy bien, y es que cada uno juega en su barrio, como norma general, por lo que es casi un multisolitario. Debido a ello, las sensaciones según los que juguéis son muy similares. Pero para mi gusto, como más me gusta es a dos y tres, porque se hace más controlable el tema de vigilar los barrios de los demás, para que te prepares para pillar puntos con sus cartas. A 4 sigue gustándome, pero es fácil que las cartas de algún montón se acaben, y estás más perdido con los demás barrios.
Reglamento: Bien estructurado, con bastantes ejemplos, y con anotaciones vistosas de los puntos claves del juego, con lo que es fácil pillar el juego. Además, no es que sea de una complicación alta, ni mucho menos, pues la mecánica es muy sencilla, explicándose las reglas es cada una de las posibles acciones. 
El reglamento incluye una variante avanzada, y las reglas para jugar con las cartas de una variante que se incluye en la caja. Muy de agradecer, la verdad.
Lo más engorroso de entender, al menos en las primeras partidas, son la enorme cantidad de iconos de las cartas. Para ello, el juego incluye una hoja de ayuda con las explicaciones, y cada hoja es del tamaño de un A4. Parece mucho, pero es lo que se necesita. Puede abrumar un poco.
Interacción: De esto anda un poco escaso. Claro, el día que lo estaban creando, estaba allí el Dios que hace los juegos, y había una cola de juegos para que les pusieran interacción, pero se entretuvo demasiado en la de ponerles aire en la caja, y le quedaron las migajas.
Tiene interacción indirecta, en el sentido que hay cartas que te permiten usar edificios de otros, y que además puedes usar los meeples de otros jugadores si se los pagas. Aparte de eso, hay alguna carta que te permite manipular los eventos, y está el asunto de que los eventos que quitas sean los que te perjudican, dejando los que perjudiquen a los demás. Pero esto es muy sutil, para nada determinante en el resultado de la partida, salvo finales muy apretados. Es demasiado multisolitario, si lo que buscas es roce y enfrentamiento.
Mecánica: Pues este es un euro de los que considero de segundo escalón, pues aunque tiene su parte de darle al coco, de buscar tu combo, la rejugabilidad, muy alta, se consigue a base de azar, muy alto también.
Las cartas disponibles para cada uno se organizan en  montones, según facción y nivel. Cuando coges una carta, lo que haces es coger dos boca abajo, quedarte una y devolver otra boca arriba. Si en el montón donde vas a coger hay una boca arriba, puedes quedarte esa, o bien colocarla boca abajo al fondo del mazo, y pillar dos y devolver una. Con esto, el posible control de las cartas es mínimo, y te tienes que ajustar a lo que te salga. No sería tan importante si no fuera porque las cartas están descompensadas de manera individual, y se compensan cuando se unen con sus combos, pero claro, puede que no te salga lo que buscas. Además, hay cartas que al principio de la partida no sirven para nada, y lo mismo con otras si las robas al final, con lo que puede que lo que robes no te sirva gran cosa. 
Pasa lo mismo con las cartas de nivel 3, las de puntos, que te dan puntos en función de cómo hayas jugado la partida (por cuantas cartas blancas tienes, o por cuantas murallas, por cuantos tríos de meeples de distinto color...), y estas cartas, que son las más difíciles de conseguir, lo normal es pillarlas con la partida avanzada, por lo que te puede salir redondo, o puede que no te sirva de gran cosa. Y esto si es determinante para el resultado de la partida, ya que los puntos finales son una suma de los puntos de las cartas de nivel 1 y 2, lo que supone en la práctica en torno al 25%, más los puntos de las cartas de nivel 3, que es donde está lo gordo, por lo que muchas veces te da la sensación de que juegas a ver quien tiene mas suerte con las de nivel 3.
Otro punto que no me convence, es que las facciones están hechas para combarse con cartas de su misma facción, por lo que los mayores beneficios los consigues especializándote en una facción. Hasta aquí bien. Pero resulta que, las cartas de nivel 3 que mayor diferencia de puntos tienen entre los que consigue el que las construye y el resto, son las que apoya diversificar facciones. Es como un mecanismo artificial para que si te especializas no te puedas despegar de alguien que picotea de todo un poco, y que seguramente haya ido más jodido durante la partida, por tener menos combos beneficiosos en su barrio.
Como último punto negativo, el final, o la forma de activarlo, para ser más concreto. El hecho de que una vez que hayan salido bastantes pregoneros, con que un jugador construya su barrio con dos cartas de nivel 3 visibles, crea una sensación de coitus interruptus, que por mucho que sea parte de la estrategia del juego, no me termina de convencer. Y así, se da el caso de que un jugador, que haya pillado dos buenas cartas de nivel 3, puede acelerar el final construyendo cartas baratas, de las de nivel 1, dejando una sensación agridulce al resto.
Por último, la mecánica del juego requiere vigilar en todo momento que baja cada cual en su barrio, pues está permitido construir sobre cartas ya en juego, que no tienes que quitar si son del mismo color, dándose la opción de construir un nivel 3, taparlo en el siguiente turno, y que nadie se acuerde de él hasta el final. Que es una táctica como otra, pues si, pero hace que tengas que estar demasiado atento a los demás, lo que te impide planificar tu turno con anterioridad, relentizando el juego.
Duración: Este es el punto fuerte del juego, pues te lo ventilas en unos 60 minutos con 4, y en unos 45 con 2 jugadores, y sin ser un filler. Son euros de sesión corta, o de los de abrir/cerrar sesión, pues te exigen, pero no en exceso.
Lo malo es que, en determinados momentos de la partida, la presencia de AP es general, sobre todo cuando ves que se acerca el final e intentas prepararte como puedas, o cuando tienes varias cartas en la mano para construir y tienes que decidir su colocación, pero nada importante.
Preparación y transcurso: Acorde con la duración, pues sólo tienes que barajear los 9 montones centrales, repartir a cada uno sus meeples y dinero iniciales, y a jugar.
Durante la partida no hay más trasiego que la del banquero, con lo que se juega con fluidez.
Eso si, para ser de cartas, y no muy largo, requiere bastante mesa, ya que aparte de la cuadrícula de 3x3 del centro, cada jugador tiene una igual. Con cartas minieuro el juego habría sido igual de funcional y con un tamaño de mesa más acorde.
Curva de aprendizaje: Moderada, pues tanto azar hace que realmente la experiencia se note en el conocimiento de las cartas, y de las posibilidades que hay, pero poco más.
Con cuatro consejos iniciales y algo de suerte, es fácil controlarlo enseguida.
Expansiones: Error 404. Not found.
Idioma: Totalmente independiente del idioma, pues todo va con iconos. El reglamento y las hojas de ayuda están en español, gracias a compañeros de la red, así que no hay excusa para no catarlo.
Siendo tan independiente del idioma me extraña que no haya edición de alguna editorial española. ;)

Hasta aquí llego.
Es un juego que me gusta mucho, la verdad, y que sabiendo lo que da de si, pues no defrauda. Lo malo es cuando te lo compras esperando un quemacerebros controlable, y te decepciona. Para dos jugadores me parece perfecto, y encima es ideal para cuando no tienes mucho rato. Sólo desentona el tamaño, como le dijeron a Enrique VIII.

Nos leemos.


21 comentarios:

  1. Se me olvidaba, la nueva cabecera del blog es obra de maese Kocotero. Quien si no.
    Una vez más, gracias

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    7. Buena reseña! Me preguntaba yo porque el aire era tan caro y me acabo de dar cuenta de que lo pone un dios, es aire sagrado, alabado sea! Es un juego entretenido pero yo tiendo a compararlo con el troyes, aunque tenga poco que ver, por lo que sale perdiendo. Lo peor para mi es la cantidad de simbolos que hay, que hacen que este mas tiempo mirando lo que significan que pensando lo que hacer, pero claro, eso me pasa a mi que he jugado dos veces

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    8. Gracias por pasarte y casi saturar bloger con tanto comentario.
      Si lo comparas con Troyes sale perdiendo siempre, pero es que no es Troyes. Y lo de los iconos pues es cuestión de echar mas partidas, que en realidad son bastante claros.

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  2. Me gusta el difuminado de la nueva cabecera. Y el tipo de fuente tb.

    En cuanto al Tournay, es otro de esos juegos que entra al inmenso cajón de "No me ha atraído nunca, pero lo cataría gustoso". La estética me gusta (ya me gustaba la del Troyes). Por cierto, no sabía que el juego eran TAN de cartas.
    Un saludo crack!

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    1. Gracias por escribir.
      La cabecera es solo mérito de Kocotero, que es un hacha.

      Tournay es de los que debes probar antes de comprar, porque ser el falso heredero de Troyes crea demasiadas expectativas. Si cabe en la maleta lo pruebas.

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  3. Me parece que la he liado, o me ha gusado mucho tu reseña o un movil no es lo mismo que un ordenador...borra los comentarios repes

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    1. A sus ordenes.
      Confiesa que el juego te encanta y te dio una fiebre berseker al comentar.

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  4. Gracias por la atención a la petición ;)
    Coincido contigo en todo, estaba pensando en poner que había un poco más de interacción, sobre todo con lo de cuando se desencadena la partida, pero meditando la cosa a lo mejor no es tan relevante que el otro pueda usar tus edificios (lo dejarás de construir pq el otro lo pueda usar,nosénosé..)
    En cuanto al juego en sí, es un poco árido en las primeras partidas, sobre todo por los mierdiconos, pero luego se le coje el gustillo. A mi me gusta pero por el grupo no apasiona demasiado,y tengo que tirar para que se juegue y sí, se nota un poco el Análisis/Parálisis y el silencio mientras piensas.
    Una opción para los edificios de nivel III podría ser comprarlos antes, no esperar tan al final, para más o menos guiar tus pasos, pero el azar es determinante, las partidas pueden variar bastante de puntos por las últimas cartitas, o la sensación de "pero si yo tenía la partida ganada con todo lo que hice..".

    PC: sí, el colocador/marcador es un poco de risa, como las cartas dinero de valor 10..

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    1. Gracias por venir.
      Veo que en esencia coincidimos en la opinión del juego, y en que a pesar de lo dicho, nos gusta el jodio.
      Lo de los edificios de nivel 3 es irritante pillarlos cuanto antes, esta claro, pero ten en cuenta que necesitas tres muñecos del mismo color o n edificio molón de los que te permitan coger cartas de ese nivel, con lo que por mucho que quieras correr, casi siempre tendrás gran parte del chiringuito montado.

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  5. La nueva cabecera está muy bien! Lo único reprobable es que no me ha parecido ver ningún Caylus... ;P

    Respecto al Tournay, lo probé una vez con Biblio y no me gustó mucho; demasiado azar. Quizás sabiendo los tipos de cartas que hay en cada mazo mejoraría, pero no sé, no es un juego de esos que me pide el cuerpo que me compre desesperadamente.

    Por otro lado, esta reseña me ha parecido especialmente graciosa; que arte! ;D

    Un saludo!

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    1. Los juegos de la cabecera son elegidos por el diseñador, así que por mi parte son perfectos ( seria tener poca vergüenza exigirle que apareciera tal o cual) ;)
      Lo del azar, pues es verdad, es muy alto, así que si no lo llevas bien, pues no te gustara.
      Por cierto, gracias por escribir.

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  6. Hola Kikaytete,

    A este juego le tengo bastante partidas y he llegado el punto de casi quemarlo. He jugado con las cartas de la expansión que me parecen mucho más tocha y te permiten hacer más combos.

    Al leer la reseña he visto un pequeño detalle que creo que hacéis mal, según las reglas de puntuación al final, dice esto: "Each visible prestige building earns Prestige Points for all players". Esto quiere decir que sólo puntúan los edificios prestigiosos visibles y no los ocultos que tienen una carta encima.

    Por lo demás, me parece un buen juego con una interacción indirecta que puede llegar a ser directa si se llega a tener un buen control sobre el rojo xD

    Un saludo

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    1. Gracias por escribir.
      Lo que comentas del control del rojo es verdad, ya que especializando te en el, es fácil interactuar mas con los demás. Lo que me da la impresión es que centrarte en la estrategia militar te va a causar una partida agónica de pasta, aparte de que me parece que los edificios de puntos blancos son los que mas dan.
      Lo que comentas de los edificios prestigiosos es como dices, si, solo que en la ultima partida lo jugamos mal, y me lié al escribir la reseña. Menos mal que el nivel de los lectores es muy superior al que escribe, y gracias a las correcciones no lío cacao mental a los que no dominen el juego.

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  7. Pues yo después de probar el Troyes (y acabar saturadísimo) pensaba que este era del estilo, por lo que directamente pasó a estar descartado para jugar con mi grupo de amigos.

    Encima es de cartas, que no me acaban de hacer mucho tilín...aunque me ha gustado la duración que comentas, que se puede jugar a 2 y que no es tan quemacerebros como el Troyes.

    Me lo apunto para poder probarlo algún día.

    Saludos y gracias por la reseña...cachonda ella como siempre!

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    1. Gracias por pasar.
      Que la experiencia, para bien o para mal, con el Troyes, no te haga prejuiciar este juego, porque no tienen nada que ver.
      Si no te van muchos los de cartas es posible que no te guste, pero que si puedes pruébalo, que merece la pena.

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