9 de febrero de 2012

FILLERS III

Hola a todos:
Por fin se acaba. Con esta entrada doy por finalizada esta trilogía, alejada del formato normal del foro, sobre pequeñas reseñas negativas de los fillers que más he jugado.
En esta ocasión, sin hilo argumental, vamos a mezclar dos de los grandes clásicos de los fillers con dos no tan seguidos por la comunidad.
Empezamos.

COLORETTO

Coloretto está editado en español por Homoludicus, pero se trata de un juego independiente del idioma, salvo las reglas, que son tan sencillas que te las pueden contar en un sms.
Se trata de un juego con más fondo de lo que parece, donde debes coleccionar sets de camaleones de color, a ser posible de sólo tres de ellos, porque al final sumas puntos por tres de tus colores y restas por lo demás. L gracia está en como coger esos colores, pues existe una fila de cartas por cada jugador, que como mucho puede ser de tres cartas, y que os jugadores van rellenando según roban cartas boca bajo de un mazo común con lo que cada cual se prepara una fila que le interese e intenta fastidiar las filas de los demás metiéndole cartas de colores que no tenga o tenga menos para que al final le resten.
El juego me gusta mucho, sobre todo con nuestra variante, con la que sólo sumas en dos colores, pero aún así:
Se trata de un juego con mucha interacción, mucho roce y mucho perreo, pues debes intentar puntuar, pero a la vez debes fastidiar al resto colocando cartas malas en las filas que les interesen, y saber cuando coger una fila o seguir arriesgando. Esto genera piques e incluso algunos enfados de cierto tipo de jugadores.
Aquí entra en juego otro de los puntos que no te pueden gustar, el azar, y es que el mazo de robo común está boca bajo y cada uno roba sin saber. Que está claro que esta es la gracia del juego, y que el juego es básicamente una gestión del caos y de tener suerte, pero si no te gusta el azar hay otros fillers.
A nivel de materiales estamos ante un juego económico, con un empaquetado acorde, pero a pesar de ello las cartas no están mal.
Por último, se supone que es un juego de 2 a 5 jugadores, ya que incluye una variante oficial para jugar dos que en origen no venía con el juego, y que se podían haber ahorrado, pues el juego es claramente para mínimo 3 y mejor cuantos más seáis, pues más pelea y encima más coincidencia entre jugadores en los colores a los que ir.

BOHNANZA




Bohnanza es un semi filler, porque aunque sus mecánicas son de filler su duración no, que editó en España Mercurio, pero que como muchos fillers, es totalmente independiente del idioma salvo las reglas.
Es del amigo Uwe, que debería mirarse su fijación por plantar - recolectar, en el que cada jugador gestiona 2 o 3 campos de judías que deben contener siempre un mismo tipo de judía plantado, y cuyo sistema de cartas en la mano es de los más rebuscados del mercado. En cada turno debes plantar la primera de tus cartas de judía, y si quieres otra más, a continuación robar dos judías boca arriba y negociar con todo lo que tienes. La cosa es que las cartas que plantas y robas debes colocarlas por orden en la mano y no modificarlo en la partida, lo que a la postre es un hervidero de trampas.
Tiene muchas cosas que me gustan, y unos dibujos muy cachondos que suelen gustar a los novatos, pero también muchas cosas que no me gustan.
Ente las peores la duración, pues pegarte 45 minutos jugando a un filler en el que nadie te cambie y que encima puedan hacerte trampas sin enterarte, pues como que me juego antes otra cosa.
Escala fatal, pues se supone que se puede jugar desde 3 a 5 según la caja, pero jugando 3 es muy soso en el tema comercial, que donde más mola es con 4 o 5.
Se trata, como le pasa al Catán, de un juego donde gran parte de su mecánica se basa en la negociación y el intercambio, y claro, si das con un grupo poco social, o puñetero, pues se acaba la gracia del juego, ya sea porque la fase de cambios se convierte en una orgía de parloteo (la parte que más me gusta) y hay gente que se incomoda, o porque das con el típico que no cambia ni aunque eso le fastidie. Además, los cambios son mucho de comer la oreja, de prometer, de convencer, y en este aspecto siempre hay ciertas afinidades que pueden hacer que nadie te cambie, o al revés, desvirtuando la experiencia para el que se queda sin cambiar. Es casi como un party en esta fase de juego, y hay gente que no le gusta.
Tiene mucho azar en el momento de robar, pero como existen los cambios, te da la posibilidad de quitarte las cartas de la mano o del robo que te puedan fastidiar, aunque sea regalándolas, con lo que se mitiga el azar, pero existe.
Pero lo peor del juego, es que es muy fácil colocar las cartas en la mano y hacer trampas, lo que se carga la experiencia de juego. Y es que hay gente tan competitiva que ni a los fillers se relaja y se lo pasa bien, que es para lo que están, y no estoy hablando de adolescentes precisamente.
Por último, se trata de un juego con montones de ampliaciones, que hacen aumentar el rango de jugadores hasta 7, y que muchas de ellas cambian el juego. Qué queréis que os diga, si ya se me hace largo con el básico pues...

TSURO

Este fue uno de los primeros juegos que me compré, principalmente por la estética, y porque lo definían como una juego de tablero del Pipes, un jueguecillo de PC de hace muchos años. La edición que tengo es de Wizkids multilengua, que incluye español. Si, habéis leído bien, edición internacional que incluye el español, y no es de Queen (lo notaréis en cuanto leáis las reglas).
Es un juego precioso, pero de verdad, en el que sobre un tablero cuadriculado cada jugador, cuya ficha comienza en un borde, debe colocar una loseta por turno llena de caminos, siempre delante de su ficha y moverla hasta el borde siguiente del camino que siga. Así de fácil, y gana el que quede el último en el tablero, porque aunque sólo puedas colocar delante de las tuyas, llega un momento es que varias fichas convergen, y en ese momento te pueden sacar del tablero y eliminarte.
Me encanta el juego, pero también tiene sus cosas, aunque son pocas. La primera es que te picas un montón, y lo que puede empezar como una rápida antes de XXXX, se convierta en 10 partidas seguidas. XD
La primera y obvia, es eliminatorio, y aunque un partida dura entre 20 y 15 minutos, te puedes ir de la partida al minuto 5 y quedarte mirando. Me han eliminado varias veces pronto, y nunca se me ha hecho pesada la espera porque te picas y te quedas mirando al resto, pero hay que tenerlo en cuenta.
Tiene mucho roce, no olvidemos que se trata de eliminar al resto, algo que mucha gente odia porque evitan el más mínimo enfrentamiento. Aunque a su favor diré que no es fácil ir a por alguien, porque para que dos fichas se enfrentes ambos deben llegar a un punto común, y si uno coloca sus fichas para evitarlo, pues es difícil enfrentarse, aunque tarde o temprano ocurrirá. Eso, o que hayas llegado a un punto en que tu mismo te elimines porque ya no hay otra posibilidad de colocación, que también ocurre.
El juego requiere de concentración, pues aunque no es fácil equivocarse, conozco gente que se lía siguiendo mentalmente los caminos, y colocan fichas y se autoeliminan, lo que frustra un poco.
El robo de losetas es aleatorio de una pila común, pero en la mano siempre tienes tres para elegir, por lo que se suaviza mucho este factor azar, aunque como existe, se puede dar el caso que ninguna de las tres te sirva.
Por último, se trata de un juego en el que pueden jugar de 2 a 8, lo que en principio es bueno, pero con sensaciones de juego totalmente dispares. Con pocos jugadores las partidas son más largas, pausadas y te dan opción de planear y jugar con un poco de táctica. Con muchos jugadores las partidas son un suspiro, más caóticas y cambiantes entre cada uno de tus turnos, pero a la vez más desenfadadas. Además, el juego es para 8 porque trae 8 fichas de jugador, pero se puede jugar a más. Yo lo he jugado a 11 con tres muñecos de casa, y aguanta, aunque una partida son 5 minutos y te puedes ir a la calle en un turno. Un festival del humor.

MINI FITS

Para terminar vamos con esta versión reducida del Fits, o lo que es lo mismo, el Tetris de tablero, que al igual que su hermano mayor es de Knizia y que en la versión que tengo edita Ravensburger en alemán.
Se trata de eso, un tetris, en el que cada jugador tiene una pantalla de color donde debe ir encajando sus piezas como si cayeran en vertical, y que un mazo de losetas indica qué ficha colocar, y que por una cara del tablero se trata de hacer filas y por la otra cara se añaden unos símbolos que debes dejar a la vista. Se trata de un juego independiente del idioma, pero cuyas reglas sólo he encontrado en italiano, aunque se entiende bien.
Es un juego muy portable y muy rápido, pero de una calidad de componentes lamentable. Las bandejas donde insertas los tableros son endebles, tanto los tableros como las fichas y las losetas son poco más que cartulina, y todo en una caja pequeña a la que sobra espacio. Vale que es un juego barato, pero es que es muy malo en cuanto a componentes.
Como juego, cada partida dura 5-10 minutos, y aunque te guste mucho el tetris, te cansas en dos partidas. No da para mucho más. Hay que sacarlo con cuentagotas para que te apetezca de vez en cuando.
Además, no tiene interacción ninguna, que se demuestra directamente cuando ves que el juego tiene modo solitario y es el mismo juego pero a superar puntuación. Es un multisolitario de libro, de hecho creo que viene su foto en el diccionario, así que de los que reseño hoy, es el indicado para los que huyen del azar.
Las fichas a colocar se sacan al azar, pero al ser la misma para todos los jugadores, pues como que no se puede decir que tenga un azar que te afecte, salvo por la ficha inicial que es distinta para cada uno, para evitar que la gente copie la colocación.
Y poco más se puede decir, y es que el juego es muy simple. A sí, que si lo encuentras por 5 pavos cómpralo para los viajes en avión o tren, pero por 7 pavos ya me lo pensaría.

Y esto es todo por esta semana. La semana que viene, aprovechando San Valentín estaba por reseñar un juego erótico o un wargame, pero como de los primeros no tengo y de los segundo soy un neófito, unido a que mi opinión sobre esa fecha no es muy buena, pues haré una reseña normal de una semana normal.

Nos jugamos.

PD.- Ayer nació Samuel, protojugón de unos muy buenos amigos (enhorabuena otra vez), y la primera asociación de juegos de mesa de Cuenca, de la que soy socio fundador, "Vamos Tirando" (nombra acorde a los tiempos que corren). Os iré informando.

6 comentarios:

  1. Muy buenas reseñas!!
    Me ha encantado esta mini trilogía.

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  2. Están muy bien estas minireseñas, por lo menos a mí me a quedado una idea bastante clara de como son los juegos y si pueden o no gustar

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  3. He probado todos menos el Tsuro. El coloretto suele gustar pero en su versión avanzada (puntuación de la cara gris), normalmente suelo enseñar el Zooloretto despues para aprovechar la mecánica recién aprendida xD.

    El bonanza lo poquito que he jugado me ha simpatizado bastante aunque a mi grupo asi asi...

    El fit aunque no son de mis favoritos esta bien para jugar algunas partidas.

    Muy buena la triología para conocer estos fillers :D.

    Un saludo y arriba con la asociación ;)

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  4. Muchas gracias a todos por pasaros por aquí.
    Lo de enlazar coloretto y zooloretto también lo he hecho yo.

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  5. Gran entrada !!. El Bohnanza lo tenemos sin estrenar y entre unas cosas y otras nunca termina de salir a mesa. El coloretto lo jugamos hace bastante tiempo y nos pareció un buen filler. Los otros 2 apenas los conozco pero a nosotros que nos gustan los tipo puzzles puede que el Fits nos guste.

    Un saludo

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  6. Gracias por venir.
    El bohnanza es un juegaco para un grupete numeroso, no lo dejes mucho.

    El fits tiene su punto, pero te cansas rápido. Si puedes probar el Tsuro hazlo, que te gustará.

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