7 de enero de 2012

EGIZIA






Buenos días jugones.
Esta semana, aprovechando el final de la hemorragia de bebida, comida, familia y regalos, vamos a por un euro de hace poco, y que como suele ser habitual, tiene un tema egipcio/romano para vender más.
El juego de esta semana es Egizia, donde seremos una tribu de la orilla del Nilo, y tendremos que prosperar a base de una agricultura variable, y construir los monumentos clásicos a base de la piedra de las canteras.
La edición que tengo es la alemana de Hans Im Glück.

Resumen: El supuesto tema que ya he comentado, se desarrolla a base e la colocación de nuestros barquitos en el curso del Nilo, siempre bajando corriente, lo que nos permite conseguir una serie de cartas que cambian en cada turno, nos permite posicionarnos para las construcciones y nos permite aumentar nuestra población de currantes. Dentro de las cartas tenemos campos de cultivo, minas de piedra y cartas con poderes, algunos muy burros.
Precio/Componentes: Este fue uno de los que no me compré nada más salir, lo que se notó en el precio, y lo que hace que mi valoración en este aspecto sea bastante positiva. El juego tiene aire, sí, pues es la caja estándar de la editorial, y le sobra como 3 cm de alto, pero para el precio, la cantidad de componentes y su cálida es buena. Tiene un tablero de buen grosor, bastantes cartas, madera para los bloques de construcción y los barquitos,...
Componentes: Dentro de lo que todos considerariamos un juego de buena calidad, pero sin pasarse. Todo podía ser mejor, pero sería más caro. Lo peor de los componentes son los tableros individuales de jugador, donde se marca la cantidad de piedras y trabajadores que tienes. Por un lado su grosor es fino, y por otra, el espacio para marcar los trabajadores es escaso, ya que resulta engorroso cuando tienes que marcar los que ya has usado dentro del mismo espacio. En parte el problema es más de la idea del macador que del tablero en si.
Visualmente es bonito, con ilustraciones bastante cuidadas, y un despliegue en mesa que suele llamar la atención, lo que lo hace atractivo a los novatos.
Número de jugadores: El juego es un estándar en número, de 2 a 4 jugadores, pero escala bastante mal. El número ideal es a 4 jugadores, pierde bastante a 3 y carece de tensión y riña cuando se juega a 2. Se debe a que cuantos más juegan, más difícil es pillar cartas, que es donde está la gran chica del juego. Además, al construirse menos, se hace meno necesario aumentar la población para poder construir más arriba, lo que hace que el juego sea más pausado y menos tenso, sin que por ello haya un incremento del control de la partida como ocurre en otros juegos.
Reglamento: Bien estructurado y con múltiples ejemplos. En general está todo claro, ya que no es un juego difícil. Cualquier jugón lo controlará enseguida pues estamos ante un juego de colocación de trabajadores  gestión de recursos aderezado con cartas. 
El punto más negro de coger es quizás el citado marcador de población. Cada jugador dispone de un trabajador especial y tres normales, que se representan por marcadores de cartón, que avanzas por un track de fuerza para indicar el aumento de población/fuerza de cada uno, y encima el trabajador especial debe trabajar junto a uno normal, porque no se puede usar sólo. En los primeros turnos es algo caótico, también en parte por la falta de espacio, pero en dos o tres turnos se controla.
Interacción: De la típica de los euros, de la que llamo indirecta, pero con mucha de ésta. De esa interacción que provoca que en cada casilla sólo se pueda colocar uno, y de esa interacción de que el primero que se coloca es el primero que construye, y te puede fastidiar tu jugada.
A eso le añadimos las casillas en las que puedes variar la altura de las crecidas del Nilo, y que influye en las cosechas y por lo tanto en las posibilidades de alimentación de los demás jugadores.
Además, cada jugador dispone de cartas de objetivos de final de partida, que se cruzan con las de otros jugadores, lo que provoca más peleas.
No hay ataques directos, si es lo que buscas, pero tampoco es un solitario multijugador.
Mecánica: La mecánica en sí, por lo trillada, no implica mucho problema en el juego. No tiene grandes fallos de funcionamiento, pues estamos ante un diseño sobre seguro.
De los fallos que no me gustan está el mercado de piedra y comida, que hace que elimines la penalización por no dar de comer a tus trabajadores, y que lo puedes subir con cierta facilidad, con lo que si te dejan, puede que te despreocupes de la alimentación antes de la mitad de la partida, lo que hace que se descompense a favor del jugador experimentado.
Algunas cartas son demasiado poderosas, comparadas con otras, en especial algunas que te permiten colocarte en una casilla ocupada, y sobre todo la que te permite coger cartas no reclamadas, que debería ser retiradas en partidas de 2 o 3 jugadores, porque se vuelve excesiva al haber menos cartas reclamadas por el simple hecho de haber menos jugadores.
En las construcciones del tablero, encuentro especialmente buena, y por lo tanto algo desequilibrada, la esfinge, ya que, aunque tiene pocos espacios para construir comparados con los otros monumentos, cada construcción te permite conseguir más cartas de objetivos finales, lo que a la postre te puede dar la partida. yo pondría un límite bajo de cartas de objetivo, y que esta esfinge te permitiera robar cartas, pero descartando otra sin ya tienes el límite alcanzado.
La mejor parte de la mecánica está en el hecho de no poder colocar un barco río arriba por encima del último que hayas colocado, lo que provoca que si alguna carta o construcción de la parte baja del río resulta muy apetecible, te quites posibilidades de colocación, llegando el caso de quedarte barquitos sin colocar. Por eso, la carta de poder colocarte por encima de tu último barco colocado en el río, me parece excesiva, y que se carga, aunque sea temporalmente, la mejor parte del juego. Es como si una vez hecho el juego, lo hubieran probado, y al verlo tan plano, sin sorpresas que le den emoción, decidieran meter unas cuantas cartas que lo descompensaran.
El juego tiene también su parte de azar, ya que aunque las cartas se organizan en tres eras, el orden dentro de cada era es aleatorio. Pero es de ese azar bueno, en mi opinión, porque una vez sacadas las cartas, todos las conocen, y este azar crea más jugabilidad al juego sin la posibilidad de que machaque a un único jugador.
Como último punto, me parece que la idea de variar las crecidas del Nilo, aunque en principio promete, se queda en un quiero y no puedo, porque al final carece del poder que debería tener, pues existen demasiados campos de cultivo de producción fija, con lo que hay pocas ocasiones en las que una variación de esta casilla provoque hambrunas. Eso sí, cuando se te presente, aprovéchala si estás preparado, porque según avanza la partida, cada vez pierde más poder, quedando en nada en la tercera era. Es una casilla para prepararte y putear en los primeros turnos.
Duración: Pues depende directamente del número de jugadores, estando entre los 60 minutos a dos jugadores y cerca de 120 minutos a cuatro jugadores. Primero porque a más jugadores hay más gente que debe colocar sus fichas y jugar, lógico. Segundo, porque a dos jugadores no debes pensar casi nada porque tienes muchas opciones buenas, mientras que a cuatro puede aparecer algo de AP debido a las limitaciones de casillas donde colocarte. Pero no os asustéis, no es un quema cerebros, no es normal que los turnos sean largos. De hecho, al colocar de uno en uno, y luego recoger y ejecutar siguiendo el curso del río (muy Caylus), pues no existen entreturnos como tal, con lo que el juego se hace dinámico.
Preparación y transcurso: Tanto la preparación como recoge al final son algo tediosos, porque hay que preparar los mazos de eras, repartir a cada jugador sus componentes, colocar los macadores en el tablero y demás, aunque no en exceso. Hasta en esto es estándar.
Una vez la partida comienza (momento Yoda), al marcarse los recursos en tu tablero, no hay trasiego de componentes. Sólo sacar y retirar cartas del tablero, y poco más. El espacio de mesa es medio, pues el tablero es grande, y aparte están los tablero individuales.
Curva de aprendizaje: Muy baja. Es un muy buen juego de iniciación, si consigues explicar con claridad el contador de población/fuerza de trabajo. Las reglas son sencillas, no existen combos elaborados con las cartas, y una vez que ves el poder de avanzar pronto el mercado de comida y de construir en la esfinge, casi dominas el juego.
La experiencia de juego suele ser agradable desde el primer momento para los novatos.
Expansiones: Ni están ni se las espera. Se podría expandir con más cartas de era, junto con algún tablero para un quinto jugador, al estilo de la ampliación del Stone Age, y posiblemente el juego ganara, porque se aumentaría la pelea.
Idioma: Según la BGG hay ediciones en checo, alemán, francés, italiano y, por supuesto, inglés. ¿Cuál falta? Pues eso. Gracias a jugones de buen corazón tenemos el reglamento en castellano, y es lo único que necesitas, pues el resto del juego es independiente del idioma.
Miento, las cartas de objetivo tiene una frase de 5 o 6 palabras, pero las cartas vienen explicadas en las reglas, y al ser secretas, pues cuando las robas las consultas y al tajo.

Y poco más que decir. Es un juego que me ha funcionado en una medida similar al Stone Age como evangelizador, gustando a todo el que lo ha probado, y en especial a novatos o casi novatos. Si tenéis oportunidad probarlo. No creo que gente con ludotecas abultadas se lo compre, porque tendrá otro juego similar, pero es agradable de jugar igualmente.
Espero que os hayan traído muchas cosas los reyes.

Nos leemos

5 comentarios:

  1. Este juego para mí es de los mejores euros que tengo. Como dices, suele gustar a todo el mundo, es divertido, con esa interacción tan efectiva que es quedarte con la carta buena que sabes que el otro quiere, con esa mecánica tan novedosa de no poder poner un barco por encima de uno que ya has puesto. Para mí, además, sí tiene cabida aunque tengas muchos euros de gestión de recursos, porque lo considero suficientemente diferente y bueno como para merecer incluso desbancar a otros de tu colección. Buena reseña ;)

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  2. Este juego no lo he catado y por lo que veo suele tener bastante aceptación cuando sale. Las cartas aunque le metan ese factor de azar le dan un buen puntito al ser visible.

    Un saludo!!

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  3. Hola!!

    Una pequeña aclaración a las reglas:

    - En el mercado de comida no se elimina la restricción de la alimentación. En los dos últimos puestos del mercado sigues pagando el mínimo (1 por cada punto).
    - La carta que permite quedarte con otra que haya quedado sin reclamar en el tablero solo te permite robar una de estas cartas.

    En cuanto a las cartas de esfinge... yo también estoy de acuerdo en que necesitan un límite. En nuestras partidas está permitido acumular tantas como se pueda a lo largo del juego, pero al final solo se podrán utilizar 3 para puntuar. Así puedes fastidiar a los demás jugadores evitando que sumen puntos y no se hacen puntuaciones finales exorbitantes.

    Un saludo!!

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  4. Otro que siempre he tenido en el punto de mira y nunca he comprado. Gran reseña!!!!

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  5. Gracias a todos por pasar.
    Veo por las respuestas que, como me imaginaba, no es un juego muy extendido en la comunidad, y creo que es una pena.
    Si tenéis oportunidad, probadlo.

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