9 de noviembre de 2011

ELFENLAND






Hola otra vez.
Esta semana vengo prontito que luego la cosa se lía.
Elfenland es un juego familiar, que para mi fue todo un descubrimiento en su día, y que siempre me ha funcionado muy bien con novatos, y con no tanto.
Estamos ante un juego de rutas, del autor rey de las rutas Alan R. Moon, y que fue juego del año en el 98, mucho antes de que yo supiera de la existencia de los nuevos juegos de mesa.
La edición que tengo, tras haberlo disfrutado en P&P, es la de Rio Grande en inglés, pero porque no pude pillar la edición Jubileun.

Resumen: Estamos ante un juego de realizar rutas. Se supone que somos elfos que como ceremonia iniciática deben recorrer todas las ciudades de Elfenland, atravesando diversos tipos de terrenos para los que hacen falta diversos tipos de medios de transporte, y en el que podemos aprovecharnos de los medios ajenos para poder recorrer más rápido el país, ganando el que antes consiga pasar por todas las ciudades.
Precio/Componentes: Es un juego con tanto recorrido (chiste conceptual hablando de un juego de hacer rutas), que su precio actual es bueno. Lleva bastante madera, tablero y cartas aceptables y sin mucho aire. Se nota una producción excesiva de la forma más sencilla, hacer algunos componentes bastante más grandes de lo necesario, como son las cartas y los marcadores de elfo, incluso al tablero le sobra, supongo todo ello con la intención de incrementar su precio en su época.
Componentes: Aceptables en general. Siempre se es menos crítico cuando consideras que lo que has pagado no es mucho y no te meten mucho aire. El inserto de la caja está bien estructurado para mantener todo en su sitio. Las cartas son algo finas para su tamaño, cuando además podían ser de tamaño minieuro sin problemas, pues aunque las ilustraciones son agradables de ver, tampoco son la repera. Los marcadores de ruta son algo finos, y el tablero es grueso pero excesivo para los que se necesita, ocurriéndole lo mismo que a las cartas. Puede que esto sea visto desde la distancia y que en su época las ilustraciones fueran el no va más.
Número de jugadores: El juego tiene un rango muy amplio que va de los dos a los seis jugadores, pero este es un juego que cambia mucho en función del número de jugadores, no tanto por las sensaciones que transmite, como por la forma de jugar. Jugando a 2/3 es muy difícil acabar todas las ciudades antes del final del juego, pues es complicado aprovechar los marcadores de ruta del resto, ya que no coincides en un tablero igual d e grande para cualquier número de jugadores. Con 5/6 el juego resulta más caótico, pero aumenta considerablemente la interacción entre jugadores, pues es fácil que puedas aprovechar los marcadores de ruta, pero también es fácil que te interfieran en tu recorrido cambiando el medio de transporte necesario. Para mi este juego es divertido con al menos 4 jugadores.
Reglamento: Está bien redactado y es fácil de entender, algo no difícil pues un juego familiar de reglas sencillas y sin muchas complicaciones. Incluye incluso una variante para hacerlo algo más difícil y estratégico, la cual funciona muy bien. Lo único complicado de entender es el tema de la coincidencia entre la carta de medio de transporte y el marcador puesto en cada tramo, pues para cada tramo existen varios medios de transporte válidos, pero en cada turno sólo se puede usar el que coincida con el marcador que haya puesto un jugador, con lo que puede que tengas la carta de un medio válido para cruzar el bosque, pero si el jugador anterior coloca en ese tramo el marcador de otro tipo de medio, no podrás usar esa carta en este turno.
Interacción: La interacción es directa en el juego, pues la colocación de los marcadores de medio de transporte influye en el resto de jugadores que quieran aprovechar ese tramo. Se puede jugar en modo solitario tirando tu ruta hacia donde no haya otros jugadores, pero eso hará que te sea más difícil o casi imposible completar el recorrido, además de que es raro que en toda la partida no coincidas al menos en un turno. Otro punto de interacción directa es en el empleo de la ficha de obstáculo, de la que sólo se dispone de una por partida, y que colocada en un tramo, hace que quien viaje por allí en ese turno requiera el doble de cartas. Es la parte de "soy muy malo" del juego, que al ser familiar, no se ceba en ese aspecto.
También tiene su poquito de interacción indirecta en la elección de los marcadores de transporte, del estilo de "me has quitado la que quería". Pero no sufras, este juego no tiene un exceso de interacción, lo que puede ocasionar que no le guste ni al que la busca ni al que reniega de ella, o al revés.
Mecánica: El juego transcurre en cuatro rondas, donde te dan una mano de cartas de medio de transporte, y a continuación por turno eliges 5 marcadores de medios para colocar en la ruta, las cuales son públicas salvo una, y que se cogen de entre unas cuantas visibles y el resto ocultas (alguien le suena?). Después por orden cada jugador va colocando sus marcadores de medio de uno en uno, hasta que todos pasan, y cada uno juega carta para avanzar por los distintos medios indicados y recoge los marcadores de las ciudades visitadas.
Dicho así ya tenemos una cosa clara, y es que hay mucho azar. El reparto de cartas es aleatorio, y por lo tanto puede hacer que te entren medios que no necesitas para lo que tenías pensado, con lo que debes variar tu ruta, y luego la elección de losetas, aunque menos, también es aleatoria, y debes hacer coincidir tus losetas con tus cartas (azar al cuadrado), con lo que puede llegar a desesperar. Es aquí donde las losetas de los demás jugadores pueden llegar a jugar un papel importante y te pueden salvar la ruta si tus cartas coinciden con los marcadores que colocan ellos. Es un juego de adaptación turno a turno, no busques planificación.
Hay ciertos medios de transporte especialmente buenos por poder recorrer casi cualquier medio, como los dragones, y luego están las balsas, que te permiten navegar por los ríos y lagos sin usar marcador de medio de transporte, lo cual es una ventaja impresionante que te puede dar la partida, pero que igualmente depende de tu suerte al cogerla.
Esta mecánica tan sencilla lo hace óptimo para jugar con novatos y niños, pero debido a la interacción puede resultar frustrante.
Sólo se juegan 4 turnos, con lo que dependiendo del número de jugadores el primer jugador, y su ventaja evidente, no se reparte de manera equitativa, y el juego no dispone de ningún tipo de compensación al respecto.
Es fácil la colaboración entre jugadores, con lo que el efecto kingmaking está presente, pues saber quien va en cabeza es público, lo que puede dar lugar a que la gente se compinche, y en especial en el último turno, es fácil que el que vaya en cabeza se lleve todos los obstáculos y lo dejen sin posibilidades.
La variante introduce la necesidad de acabar el recorrido en una ciudad concreta, repartida al azar, lo que te obliga a pensar tu ruta con más detenimiento, aumentando considerablemente el escaso aspecto estratégico del juego.
Jugando a dos el tablero es muy amplio, con lo que si no quieres no coincides, convirtiéndose en un juego más aburrido, sin tanta interacción, aunque algo más controlable en cuanto a lo que puedes planear.
Duración: La apropiada para este tipo de juego, de una hora aproximada, variando según el número de jugadores entre los 45 y los 75 minutos. El juego no se hace largo, porque mientras eliges y colocas los marcadores de medio de transporte, el turno corre rápido y debes estar atento a lo que hacen los demás. Una vez que se juegan las cartas de ruta, los turnos ya se hacen más pesados, sobre todo a seis, porque desde que acaba el primero hasta el último pasan unos minutos donde no puedes hacer nada.
Preparación y transcurso: La preparación requiere colocar marcadores de cada jugador en cada ciudad, lo que es algo pesado si no se comparte. Durante la partida el trasiego de cartas que se juegan y se roban, los marcadores de medio de transporte que hay que robar, colocar en el tablero, y volver a retirar, hace más que aconsejable que se reparta la tarea para que uno no acabe hasta las narices.
El espacio en mesa es muy abultado, pues aunque los jugadores no requieren mucho sitio para sus cosas, el tablero es muy grande, con lo que preparar mesa.
Curva de aprendizaje: Mínima por no decir nula, pues las reglas son sencillas, cada carta de medio de transporte tiene indicado para qué tipo de terreno sirve, y encima dispones de una ayuda para ello. Una vez cogida la mecánica de robo y colocación de los marcadores de medio de transporte, y su uso con las cartas, ya dominas el juego, y ya es más cuestión de suerte y de saber adaptarte a lo que te toca y a lo que hacen los demás. Juego muy apto como iniciador, como ya he dicho (es que me repito).
Expansiones: El juego tiene una expansión que no tengo, que leyendo lo que hace, no debe estar mal, y debe hacer el juego más difícil. Esta expansión hace que la elección de los marcadores de medio de transporte se subasten, y para ello al principio del turno debes elegir entre coger dinero o más cartas de medio de transporte. Si quieres el juego como familiar e introductorio (había dicho ya que es buen iniciador?) no la recomiendo.
Idioma: El juego puedes comprarlo en cualquier idioma, pues el reglamento está traducido a nuestra lengua, y el juego es totalmente independiente el idioma, ya que las cartas de transporte van por iconos.

Pues otro para la saca, y otro que recomiendo a pesar de lo que he dicho. Los dibujos son algo infantiles, pero extendido en mesa en muy vistoso y atrayente, lo cual es un punto a favor como de inic......

Mueves tú.


6 comentarios:

  1. Te voy a decir lo que no me gustó a mí: Nada! jaja

    Lo probamos en Córdoba hace un par de años, a 6 jugadores, y me pareció un tostón de lo más soberano. En su defensa diré que entre que los tiempos muertos son largos, jugban 2 lentorros de aupa, lo que los hacía todavía más largos... en fin, casi 2 horas de partida. Un coñazo tremendo.

    Supongo que el juego no estará tan mal, pero después de aquella experiencia me quedaron pocas ganas de darle otra oportunidad.

    Un saludo!!!

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  2. Gracias por pasarte.
    2 horas!! Yo había matado a alguien.
    El juego es de pocas pretensiones, claro, pero tiene su aquel. Pero claro, una experiencia tan mala como esa es difícil de levantar.

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  3. Otro que no he probado y según al publico que va destinado tengo otros candidatos mejores. Lo del factor al azar al cuadrado es un buen motivo para rechazar una partida, jeje

    Un saludo

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  4. Pues yo estuve en esa partida de la que habla Lethan. No era uno de los lentorros, creo, jajaja.
    Aquella partida no fue buena, pero aun así el juego me parecio simpaticote.

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  5. Gracias por pasaros.
    Veo que hay unanimidad con lo poco que gusta.
    Anónimo, la gente se aburre con el juego, con el blog, en general y por eso escribe... ;)

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