23 de febrero de 2012

LE HAVRE


Buenos días a todos.
Esta semana vamos con uno de los favoritos de la comunidad hard gamer a nivel mundial, a tenor de su posición en el ranking de la BGG y la multitud de loas vertidas en su nombre.
Le Havre, del amigo Uwe, es un juegazo de los duros, de los clásicos de reglas sencillas, pero que las partidas son muy duras.
La edición que tengo es la de Homoludicus en castellano.

Resumen: En Le Havre cada jugador debe, ante todo, garantizar un suministro de alimentos constante, y ya si te sobra un rato, intentar hacer pasta para ganar la partida. Estamos en el puerto, y sólo podemos, tras mover nuestro barco hacia el final del muelle, o coger un montón de recursos que se van acumulando a cada turno, o mover a nuestro único muñeco a un edificio en el que no estuviéramos y hacer su acción. Además, también puedes, como extra, comprarte un edificio de los disponibles en lugar de construirlo. Cada vez que un barco llega al final del muelle se debe pagar una cantidad variable de comida y aparace en juego un barco de transporte. Apasionante, verdad?
Precio/Componentes: Caro es decir poco, y es que cuando pagas lo que cuesta y abres la caja, lo primero que haces es buscar la madera, y a continuación repasar la lista de componentes por si te ha tocado la china. Pero no, es que el juego cuesta en torno a 50 pavos y trae un mazo de cartas, tres tableros tamaño folio, 10 fichas de madera y el resto cartón, bastante cartón sí, pero sólo cartón.
Cuando destroquelas y miras la caja te dan ganas de alquilar el espacio sobrante como habitación con derecho a cocina, ya que estamos ante uno de los juegos con más aire en caja. En mi caso, y tras organizar las fichas por tipos en cajitas que me he currado (ya podían venir incluídas), algo que se agradece al montarlo, me sobra aún el 50% del espacio. No sigo que me caliento.
Componentes: Al menos en este apartado,  tras el anterior, puedo decir que los componentes no están mal de calidad, con un grosor aceptable. La pena es el poco tamaño de las fichas de recursos, que son demasiado pequeñas para el tamaño normal de dedos, que hace que no sean nada cómodas de manejar, y se manejan mucho. 
Las ilustraciones pues son de las que o te gustan o te parecen infantiles, pero son funcionales. A mi personalmente el ilustrador me gusta, no tanto como el Spanish Master  pero me gustan.
Número de jugadores: Un rango de 1 a 5 jugadores, es un buen rango. Aunque el juego escala bastante bien, porque los mecanismos de adaptación son buenos (número variable de rondas, cantidad variable de comida al final de cada turno, número variable de turnos...), las sensaciones de juego son muy diferentes. Los edificios disponibles son los que construyen los jugadores, luego con menos jugadores hay menos edificios disponibles, y se reduce el número de posibilidades, y la pelea en general es menos encarnizada. Aunque lo mismo te gusta que haya menos opciones, porque puede que con muchos jugadores tantas opciones te saturen, y lo entiendo. Es un juego que puede abrumar.
El modo solitario no tiene adaptación "especial", es sólo jugar e intentar hacer muchos puntos. No está mal, pero hay mejores solitarios.
Reglamento: En este sentido decir que el reglamento es claro y con ejemplos clarificadores. Es un juego de reglas sencillas, lo complicado es jugarlo optimizando al límite. 
La única pega la veo en el modo solitario,  y es que no se le dedica casi nada de reglamento, ni siquiera para indicar objetivos. Te los debes buscar por internet, y entiendo que este juego daría para algo más que "haz los puntos que puedas y luego supérate".
Interacción: Interacción indirecta, de la de los eurogames, algo que es esperable cuando el juego incluye solitario sin adaptaciones. Si buscas roce y pelea ni lo pruebes. Es más del tipo de resolver el puzzle de la mejor optimización.
La interacción se da en coger un montón de recursos que quiera otro, o en construir/comprar un edificio antes  que otro (que luego podrá usar si está libre pagándote, con lo que tampoco es que le destroces la estrategia), y la que para mi es la más "directa", que es ocupar y no dejar libre un edificio importante para los demás durante algún turno, siempre que te puedas permitir dejar ahí tu muñeco mientras coges recursos.
Mecánica: La mecánica está muy bien parida y encaja muy bien. La verdad es que me parece más lograda que en su Agrícola.
Para mi, de las pocas pegas que se le pueden sacar, estaría el azar. No hablo de un azar que te pueda joder la partida, es más un azar que puede hacer que la partida sea algo rara, que la experiencia sea tan distinta que desvirtue tu opinión del juego. Este azar entra por el hecho de que los edificios para comprar/construir y los edificios especiales son colocados al azar. Los normales se deben colocar en tres pilas por orden de número, y sólo se accede al de encima, mientras no se quite de ahí, lo que puede ocasionar que algún edificio "necesario" para la partida no salga hasta muy avanzada (hablo de astilleros o compañía naviera, entre otros), o que el edificio que te permite acelerar la producción de algún recurso se quede muy abajo, relentizando la construcción de otros edificios o barcos (acería o coquería, por ejemplo).
Otra de las cosas que no me acaban de llenar es que hay edificios muy potentes, y otros bastante normalitos, por no decir malos. Esto ocasiona que en ocasiones se produzca el efecto de que nadie construya el edifico malo, que dejaría disponible el bueno que está debajo en la pila de construcción, y que hasta que uno no consigue recursos para los dos, la partida se queda como en stand by. Aquí es donde es bueno que el novato esté a tu derecha.
Me parece que el tema de los pagos por usar un edificio de otro jugador es una mecánica muy chula, pero creo que hay edificios cuyo coste de uso/beneficio está desequilibrado. 
Aunque cada partida es diferente, por la colocación al azar de los edificios normales, cuando llevas unas cuantas, la gente juega de manera muy parecida, porque al final, salvo casos raros, todos los edificios fundamentales acaban saliendo (aunque sea porque los libera el ayuntamiento), y la gente acaba repitiendo en gran medida su estrategia. Creo que el mazo de edificios especiales, que es enorme para lo que se usa en la partidas, debería tener más importancia, a base de meter algún edificio más o de sacar dos en lugar de uno. No sé, algo, porque ves ese mazo lleno de posibilidades y que luego salen tan pocos edificios especiales, mientras se vuelven a repetir los edificios normales. Una pena.
Por úlitmo, la peor parte, y es que es un juego muy frío, helador, donde ni mínimamente ves tema. No es que me suela molestar, y es que yo soy de los que sienten el tema hasta en el ajedrez, o casi, pero es verdad que este juego es muy frío, requiere concentración absoluta y cálculos mentales desde que te sientas, lo que además provoca un silencio y tensión en la mesa que más que una actividad social parece que estemos enfadados. Mira que soy de los que durante las partidas me gusta un poco de charla y alguna coña, pero con este es que no me salen (habrá gente que lo agradezca ;D ).
Duración: Enormemente variable según el número y tipo de jugadores, y según si juegas la versión completa o la reducida, que es igual que la completa pero con menos turnos y más recursos iniciales.
La caja marca entre 100 y 200 minutos, pero mi primera partida a 5 jugadores duró casi 5 horas explicación incluida. Y es que es un juego lleno de posibilidades, lleno de cosas por hacer y poco con lo que hacerlo, de optimización brutal, y eso lleva una cosa aparejada: AP a espuertas. Es de los pocos juegos en los que yo, que suelo jugar mis turnos casi en lo que se tarda en mover ficha o jugar carta, he tenido mis momentos de AP, así que ni os cuento lo que pasa si juegas con alguien propenso a pensar las jugadas hasta en la Oca.
Esta, la duración, creo que es la mayor pega que se le puede poner al juego para no rejugarlo más, y es que tras un buen rato de concentración y quedarte sin neuronas lo que menos te apetece es rejugarlo pronto.
Preparación y transcurso: Aquí depende mucho de como tengas almacenado el juego. En principio debes colocar los tres tableros, preparar los mazos de edificios de construcción y ordenarlos, preparar el mazo de barcos ordenadamente según el número de jugadores, y lo peor de todo, colocar los recursos en cada almacén para ir rellenando las casilla de oferta en cada turno. Si llevas estos recursos en algún tipo de contenedor o cajita, pues la cosa es rápida y ordenada, pero si no el tablero se convierte en un "montón del mercadillo". Durante la partida el trasiego de recursos es constante, y aunque al principio el espacio en mesa es comedido, según se empieza a construir la mesa de va llenando de más y más edificios, cada uno de un jugador, hasta ocupar un espacio muy grande. En este punto recomiendo que los edificios se coloquen todos juntos en una zona y que cada jugador marque los suyos. Nosotros usamos las vallas del Agrícola, que son del mismo color y queda clarísimo a quien pertenece cada edificio.
Curva de aprendizaje: Muy alta. El juego tiene unas reglas muy sencillas, si, pero es complicado dominarlo. Y es más acusada esa complejidad si en la partida coinciden jugadores de distinto nivel.
Las primeras partidas de un novato, como no esté muy motivado, pueden hacer que odie el juego. Incluso la primera partida de jugones de pro puede ser algo traumática, y es que hay tantas opciones, tantas cosas que quieres hacer y no puedes, añadido al reto de alimentar al final de cada turno, cantidades nada bajas por cierto, y que la exigencia mental y de concentración sea tanta, pues puede generar una mala experencia.
Lo normal es que el jugador experimentado gane, y de paliza, y es que saber cuando bloquear un edificio, llevar el control de la pasta para poder tener siempre dinero para ocupar edificios, mientras te creas lo antes posible un motor de comida, no es nada fácil. La importancia de los barcos muchas veces pasa desapercibida para el novato que se centra en los edificios, y cuando la cantidad de alimento es escandalosa, es tarde para remontar, y suele ocurrir que gaste las rondas de los turnos finales en alimentar, sin tiempo para conseguir pasta, y es que se require de mucha planificación.
Expansiones: Existen expansiones tanto para los edificos normales, mediante un pack de cartas promocionales, como para los edifcios especiales, más fácil de conseguir. La de los edifcios normales la veo más útil, sea ésta que ya existe o una distinta, porque realmente añadiría variedad. La otra, que es la que tengo, pues no sirve para nada, porque los edificios especiales ya están en cantidad de sobra tal y como es el juego como para necesitar meterle más.
Idioma: El juego está en perfecto castellano, que es como lo tengo yo. Si te pillas una edición exranjera necesitarás el reglamento, y algo de conocimiento del idioma que pilles, porque hay algunas cartas con texto. Eso, o jugar con una chuleta de cartas al lado, lo cual tampoco es inviable porque las cartas son públicas, así que una vez explicadas pues todos las concocen y a jugar.

Pues listo queda. Es otro de esos juegos que me gustan mucho, pero que creo que no es para todo el mundo. Para mi un paso por encima de Agrícola como juego, pero un paso por detrás como experiencia de juego. Y lo comparo con Agrícola porque parece que debe ser así, porque como juegos se parecen lo mismo que un gorrino y un berberecho, que los dos hay que alimentarlos al final.

A embarcar!



18 comentarios:

  1. Menos mal que dices que la curva de aprendizaje es muy alta, porque como bien dices, parece fácil pero nos ponemos a jugar y la fastidiamos por un lado o por otro.
    La verdad es que le habremos echado como cinco partidas, pero aún le estamos pillando la estrategia, que evoluciona lenta, pero evoluciona.
    Me estaba preocupando, a ver si es que somos cortitos... Me quedo más tranquilo.
    La penúltima partida a dos jugadores, la disfrutamos un montón y en la última quisimos probar la versión larga. Esta la disfrutamos , pero menos y cometimos algunos errores con el tema de los préstamos que hasta entonces habíamos utilizado mucho menos. Gané, pero se me quedó un regustillo raro, al no haberlo jugado 100% bien. Le daremos otra pronto.
    Gracias por la reseña.

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    1. Gracias por pasarte.
      Es un juego difícil de dominar, pero lo importante es que no os hayáis desanimado tras las primeras partidas y la cosa fluya. Es un juegazo, pero hay que dosificarlo.

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  2. Muy buena reseña! Es uno de los juegos que llevo mucho tiempo queriendo probar por lo bien que se habla de él, pero que todavía no he catado. La semana que viene posiblemente lo pruebe. La verdad es que el precio sí que tira para atrás, lo mismo que el agrícola pero con mucho menos

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    1. Gracias por psarte. ¿Cuanto tiempo sin hablar de juegos?
      Ahora en serio, si qieres probarlo y por lo que sea se te estropea el plan, no tienes más que decirlo que es unos del top three de Iñaki y siempre quiere jugarlo.

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  3. Buena reseña :)
    Me gusta Le Havre pero lo he jugado poco para todo el tiempo que lo tengo es verdad que me resulta difícil sacarlo a mesa con no jugones y cuando lo juego con jugones no soy competitivo porque lo he jugado poco, en fin la pescadilla que se muerde la cola

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    1. Gracias por pasarte, pionero de los blogeros manchegos.
      Ese es su peor punto, lo difícil que es sacarlo. Lo otro es fácil, tú que eres aficionado a los solitarios, juégalo en solitario tres o cuatro veces, que viene muy bien para depurar estrategias y sacarle potencial.
      Si no recuerdo mal debes superar los 220 puntos para considerar que superas la partida. No es difícil, pero tampoco fácil. Lo que parece imposible es la marca de Asoso, que creo recordar que era de más de 500 puntos en solitario.

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  4. El Le Havre, mi juego preferido. Con esos podría resumir mi opinión respecto al mismo y eso que no es un Feld. Es juego que no es para todo el mundo y la sensación de agobio que da no es soportable por muchos y más cuando se juega a cinco, sólo apto para los más duros. El fallo principal que le veo al juego es que no perdona muchos los errores y te puedes quedar fuera de la partida si no planificas bien desde el principio el tema de las comida, para lo que los barcos se hace excesivamente necesarios. En cuanto al juego en solitario, a mi es de los que más me gustan. Una carrera de superación que sólo depende de ti. Además me encanta meterme en un edificio y transformar los productor básico en manufacturados y si encima mezclas madera, carne y pan y ganas dinero con ello, apaga y vámonos!!! Un saludo

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    1. Gracias por pasar, tu y tu buen gusto para los juegos.
      Compartimos que no es un ego para todo el mundo, y es que como bien dices, esa sensación de agobio, que en menor dosis hay en otros juegos, es muy heavy.
      Yo el solitario le veo de malo la comparación con Agrícola y Loyang (sus otros dos de la trilogía), ya que en Agrícola el puntito de quedarte con un oficio cada partida que superas es un magnífico mecanismo, y la adquisición de cartas del solitario del Loyang me parece una genialidad como adaptación al solitario. Creo que con este se podrían haber currado algo parecido.

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  5. Que grande el Le Havre, yo lo suelo jugar en versión corta porque si no mi grupo no aguanta :(. Me encanta lo bien pensando que está la mecánica de ocupar edificios y la alimentación al final de la ronda que poco a poco va subiendo y haciendo sufrir a los jugadores ^^. Por otro lado me gustaría resaltar la importancia de los edificios especiales, aspecto MUY importante en la partida.

    Gran reseña Kikaytete!!

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    1. Gracias ota semana por venir, Gudix.
      Yo el reducido sólo lo juego cuando somos dos con mi mujer, que la versión larga le agobia en exceso. Y luego las partidas a 5 pues en venaaaaaa.
      Coincido en la importancia de los edificios especiales, pero no te parece que ese pedazo de mazo está un poco desperdiciado, que deberían salir más?
      Es que se le ven tantas posibilidades que es una pena.

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  6. Gran reseña.
    Lo pude jugar por primera vez estas navidades y me encantó, incluso mas que el agrícola. La sensación de agobio que tienes al final de cada ronda con la comida es tremenda :-).

    Un saludo

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    1. Gracias por pasaros por aquí.
      La sensación de agobio por la comida muchos la comparan con la de Agrícola, pero es que aquí el incremento no se produce en la ronda que tu quieres, como ocurre en agrícola, que hasta que no aumentas familia pagas lo mismo.
      aquí es que desde el principio tienes una carta de ayuda donde ves el futuro que te espera, y cuando ves lo que te cuesta pagar la comida del primer turno empieza a caerte una gota de sudor frio por la espalda, y no te llega abajo hasta que acaba la partida. Eso o me he hecho caquita.

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  7. Muy buena la reseña, yo ya lo he jugado varias veces, incluso en un torneo en el quedé 4º. Me parece un gran juego que tengo y que a mis amigos les gustó por suerte y puedo jugarlo a menudo.

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    1. Gracias por pasarte.
      Veo que estamos ante un profesional de esto, porque quedar en un torneo en buena posición debe ser difícil, pero hay que ser un profesional para aguantar varias partidas seguidas de un torneo.
      Gran suerte por tus amigos

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  8. Una gran reseña, muy divertida. No he probado el juego, y no creo que me vaya a meter ahora a jugarlo, pero no me importaría jugarlo si me lo sacan en una casita al resguardo y con una cocacola.

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    1. Gracias por pasarte "F"
      Pues para tu caso concreto es un juego que funciona muy bien a dos, más fácil de ver las posibilidades de estrategia al tener menos construcciones en mesa. Si puedes pruébalo. Si pasas por Cuenca ya tienes resguardo y cocacola para probarlo.

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  9. Para mí es uno de los mejores juegos que tengo. Lo tiene todo: profundidad (toma de decisiones compleja y constante), escalabilidad, rejugabilidad, elegancia (aún no sé lo que significa exactamente eso en un juego, pero este parece que lo tiene) y gran sensación de juego (por encima de Agricola, para mi gusto).

    Yo no le h esacado aún ninguna pega, por eso he leído tu reseña con curiosidad, por aquello del "lo que no me gusta del... Le Havre". Me he dicho "no es posible, ¿qué no le va a gustar de este juego?".

    Un saludo.

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    1. Pues lo que he dicho es lo que no me gusta, pero lo que me gusta daría para mucho más.
      La cuestión es si tú, que pareces un fan del juego, estás de acuerdo en algo de lo que comento. ;)

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